lunes, 22 de octubre de 2007

Polanco voy, Polanco vengo...

El País cambia de imagen. Cajas definididas, muchos colorines, fotos más grandes, la sección de Economía deja de estar escondida tras los deportes y la de Opinión pasa casi a las páginas centrales... Parece que el propósito es hacer un diario más opinativo, añadiendo fotitos a los espacios de sus colaboradores habituales, los mismos de siempre: Anthony Giddens, Vargas Llosa, Eduardo Mendoza. Las secciones de Sociedad, Cultura, Espectáculos y, en general, todo lo que no es política, está metido en un paquete llamado Vida&Artes. Deportes se ha permitido el lujo de no meter, el pasado domingo, la derrota del Madrid contra el Español. Cosas veredes. O desde que se marchó Segurola están revolcándose en un madridismo desaforado, o es una apuesta de distinción. Como decía uno de mis profesores del insitituto: "Mejor poquito y bien peinao que mucho y desgreñao".

Hay mucha discusión sobre las razones. Una de las esgrimidas resulta relativamente insultante. Los jóvenes no leen y El País quiere renovar a su generación de lectores, la de la quinta de la Transición, que se ha ido aburguesando, atrayendo a sus hijos. Sin embargo, y el célebre, polémico y pornográfico editorial sobre el Ché ha sido sintomático, el giro de la línea editorial parece apuntar hacia el centro-derecha. ¿A qué jóvenes quiere atraer, entonces? No a los hijos de quienes corrieron delante de los grises, me imagino. Así que, supuestamente, el elemento con el que a los jóvenes y jóvenas se nos atrae es el de los... ¡dibujines y colorines! ¿Es para competir con Público por ese mercado? ¿Haciéndose (más) de derechas? Pero si no lleva ni un mes en la calle, y entre bromas y veras no lo compra ni el mismo Roures.

Lo más significativo, en mi personal y acertadérrima opinión, que como es mía me gusta mucho, es el cambio de divisa. El periódico global en castellano. El objetivo que señala, convertirse en referencia. Muy a tono con la nueva estrategia de PRISA, que anhela extender sus tentáculos al rico mercado latinoamericano. Además, ¿cuáles son los periódicos "de prestigio" internacional en la lengua de Cervantes? Uno quizás sería el bonaerense Clarín, pero, ¿y en España? ABC, pese al carisma de lo añejo, es demasiado contextual. Se trata de El Mundo o El País, y mientras la estrategia de Pedro J. ha ido siempre por la opinión y centrándose en la política nacional, el diario de PRISA es el único en España que abre con la sección de Internacional. Quizás por eso la ampliación de Economía y su "ascenso".


Algunos ya lo han dicho, y yo soy poco original. Ignacio de Polanco ya llevaba un tiempo ocupando puestos de responsabilidad en PRISA, y el reciente fallecimiento de su padre lo deja al frente de todo y con amplio margen de decisión. Polanco voy, Polanco vengo, don Jesús ya dijo que si prefería PSOE a PP era por la inexistencia en España de un partido liberal de corte europeo al que respaldar. ¿Ha perdido Ignacio, "Polanco el joven", la paciencia? ¿Se recrudecerá pues la sempiterna rivalidad con El Mundo, supuesto nicho del liberalismo, ya que el ala conservadora quedaría para La Razón y ABC? ¿Qué espacio de crecimiento puede acabar por regalar a Público, que también está apostando por interpretar, pero con un claro enfoque de izquierdas más definido?

Una cuestión. Público y El País 2.0 supuestamente presentan una estética influenciada por los periódicos gratuitos, ese concepto insultante que ya he referenciado -las letritas grandes, los colorines y las fotitos- que presupone que los "jóvenes LOGSE" somos medio bobos y tal. Sin embargo, tanto Público como el nuevo El País no hacen sino remarcar la estrategia de todos los periódicos de pago, contrapuesta a la de los gratuitos. Mientras 20 minutos y Metro meten muchas informaciones en poco espacio, la tendencia de los nuevos diseños es pocas informaciones en mucho espacio. Sacrificar una agenda amplia en pro de analizar mucho lo poco que se dé, priorizándolo y remarcándolo como "lo realmente importante", en contraste con lo que presenta el de enfrente. Vivir de una imagen autorizada ante un público concreto. No importa si son pocos siempre que estén bien adoctrinados y encajen en el perfil que se quiere vender a los anunciantes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vamonos con los Gipsy Kings.

VIVA MEXICO CABRONES