martes, 28 de julio de 2009

Tim, tú antes molabas


Querido Tim Burton:

¿Qué te ha pasado, tío? ¿Por qué de ser un tipo enrollado y original, asín en plan "me la suda que existan los peines", has pasado a convertirte en el rey de los niñospena? ¿Es porque Michael Keaton ya no te habla? ¿O es que mantener la familia de pequeños monstruitos góticos que has tenido con Helena Bonham Carter requiere de las ingentes cantidades de pasta que sólo los muñequitos articulados pueden darte?

No me saltes con que tú eres un artista y no te gusta el dinero, no le sirvió a George Lucas, ni siquiera a Brian De Palma, así que a tí menos todavía. Te vas arrastrando por ese Hollywood de Dios buscando historias que adaptar a la estética "gótico-chillona" que has acabado desarrollando. ¿No tuviste bastante con Sleepy Hollow?

Eres una caricatura de tí mismo, tío. Hay más actores en este mundo aparte de Johnny Depp. Y más actrices además de tú mujer. Si te pone maquillarla para que parezca un cadáver o vestirla de mamarracho, hacedlo en la intimidad de vuestra mansión o gruta o dónde sea que viváis, probablemente durmiendo colgados del techo y envueltos en vuestras propias alas.

Joder, tío. Estás consiguiendo que retroactivamente dejen de gustarme Eduardo Manostijeras -que al menos admitirás que plagiaste de la trilogía Eduardo Manospenes- y Pesadilla antes de Navidad. Nolan se ha comido tus dos Batmans, los has digerido y cagado, sólo los sigue salvando Michelle Pfeiffer envuelta en cuero, y te aseguro que el mérito no es tuyo. Que todos nos acordamos de El planeta de los simios y Mars Attack, campeón.

En serio. ¿Qué vas a adaptar ahora? ¿A ver qué tiene Poe por ahí? ¿Una versión gotiquilla del Dr. Jeckyll y Mr. Hyde con Danny DeVito como Mr. Hyde, Johnny Depp como su boticario y ya te inventarás algo para tu señora? ¿Estas cosas son de genio? Tienes el ordenador puesto en mezclar verde pistacho con blanco cadáver apagado y luego pones a Johnny Depp a pegar saltos delante de una pantalla azul.

Lo mejor de todo es que ahora llenas muchos más cines que con Eduardo o Batman. Y tienes muchos más fans descerabrados, que consideran que cualquier mierda tiene justificación artística si pones a Depp con un sombrerito gracioso y suficiente maquillaje -que luego el muñeco de turno reproducirá con todo detalle-. Con el pastizal que mueves y te siguen llamando "original" y "extraño". Si se te ve venir desde lejos y te has vuelto más predecible que el editorial del MARCA.

Felicidades, hombre. Felicidades. Qué a Hollywood le aproveche tu alma.

Sin acritud.

El Advenedizo.

viernes, 24 de julio de 2009

¡Viva Espiña!

Uno de esos días tontos en los que uno está escribiendo un ensayo sobre fanfiction, nuevas tecnologías y el día que George Lucas leyó la parte de atrás de la sobrecubierta de un libro de Joseph Campbell, me encontré con un enlace a esto. He de admitir que al principio sonaba estreñido, incluso en los párrafos de "¡malditos separatistas!", pero el texto me atrapó en su segunda parte, la de "Déjame decirte que a Ejpaña llego la Kultura antes que a ninguna parte en Heuropa, llegó desde Grecia...". ¡Jal!

Seguro que algún día haciendo zapping o intentando ver al Ranger Walker tropezasteis con la serie Siete en el paraíso, que TetaCinco ha tenido a bien repetir desordenando los capítulos durante los últimos años. El argumento era sencillo: un pastor protestante de alguna confesión sin especificar para no perder audiencia potencial tiene siete críos, a cada cual más tópico, hecho que da lugar a toda clases de situaciones en las que él y su muy operada esposa quince años mayor demuestran lo que es auténtica pedagogía cristiana en este mundo locos de hoy donde la gente fuma porros y es promiscua. También es la serie que dio a conocer a Jessica Biel.

En fin. En uno de esos capítulos aparece por allí uno de los abuelos, padre del sacerdote, creo recordar, y militar retirado. Coge por banda, para darle la charleta, a Lucy, la hija mediana, adolescente "rebelde" con tendencia a contestar y echarse novios que fuman porros y le tocan las tetas -esto no sale, pero digo yo que por lo menos lo intentarían, los chavales-. La cosa es que el abuelo le come el coco con lo importante que es tomar decisiones en la vida y le suelta (cito de memoria): "por ejemplo, durante la guerra, cuando el presidente Nixon decidió invadir Camboya -atríncame la ...., pensé yo-, creo que fue una decisión muy valiente. El enemigo se pasaba al otro lado de la frontera y preparaba sus armas, y nuestros chicos podían verlos pero no les dejaban hacer nada, y la decisión del presidente salvó muchas vidas". A lo que la mongola de Lucy responde: "Guau, abuelo, no lo sabía, en el colegio no nos explican cosas tan guays como esa".

Entonces, lo que decía, el párrafo este: Los españoles supimos luchar incansablemente durante 8 siglos para recuperar nuestro país y nuestra libertad de los árabes, salvamos a Europa del islam en Lepanto y tuvimos el honor de descubrir el Nuevo Mundo. Fuimos los primeros en dar la vuelta al globo y hemos logrado casi mantener nuestras fronteras inalteradas con Francia y Portugal durante 6 siglos.

Me encanta el "casi" ese, supongo que va por Olivenza y los por las tajaditas que fue dando por el norte Francia durante tres o cuatro siglos -a puntito estuvieron de anexionarse Cataluña, coñazo nos hubiésemos ahorrado- hasta que se jartaron y empezaron a colonizar África. Los de los "8 siglos" combatiendo a "los árabes" para "recuperar nuestro país" me encanta, es una especie de muestra sicalíptica de historia-ficción y presumir de la propia ignorancia y poca vergüenza digna de elogio. No, en serio. Muchos historiadores critican el mito guay de la progresía de que fue una época de convivencia y buen rollo, que es evidente que no, pero pretender que se trató de una guerra sostenida de "españoles", asín, en bloque, contra "invasores árabes", es una barbaridad torticera, una estúpidez de marca mayor, vamos. Para empezar porque los españoles, llamados así, no existían casi ni como concepto y se pasaban tanto tiempo abriéndose la cabeza entre ellos como contra los "invasores árabes", que ni eran todos árabes ni creo que se los pudiese considerar invasores a partir de cierto punto. Quiero decir, ¿en qué momento los visigodos dejaron de ser bárbaros que habían invadido una provincia romana y se convirtieron en "españoles" y de qué manera, que no les salió a "los árabes", que "estuvieron" el doble de tiempo en "España"?

Tiene gracia porque precisamente la derechona suele ser la que se queja del asquete de sistema educativo que se gasta este país (¡No se dice "este país"! ¡Se dice Espiña!), y que si no se aprende Hijtoria y blablabla... Pero coño, ¡si os conviene para que la gente se pueda creer este montón de tópicos giliflautas! Más allá del absurdo de decir que existen nacionalismos "buenos" y nacionalismos "malos", gilipollez que cumplen tanto la derecha como la izquierda, amar lo propio, el "interismo", como decían los dos pishas de Esto ya no es lo que era, digo yo que debería significar ser ecuánime, no medio tonto. Esto del "patriotismo constitucional" es lo que tiene, que se empeña uno en crearse una leyenda negra del verrés, y ahora resulta que Isabel y Fernando -que tampoco montaban tanto- no echaron a moriscos y judíos, sólo los invitaron amablemente a marcharse, que Carlos I se sentó a debatir con los líderes de las Comunidades de Castilla sus demandas pero es que eran más intransegentes que Comisiones Obreras y que Felipe II era un adalid del derecho de los padres a elegir la educación (católica) de sus hijos. Y mejor ni hablemos de Lepanto, que ya me lo estoy imaginando en cine en plan 300, probablemente por Jose Luis Garcí. Qué batalla en defensa de los derechos y libertades democráticos fue aquella, coño.

Ojo. Todo esto no quita que la guarra de Isabel -está comprobado que no se lavaba- y el trilero de Fernando -que le inspiró El príncipe a Maquiavelo, no se les olvide- fuesen los estadistas o cómo se diga más grande de su tiempo y que tuviesen cada testículo más grande que el otro -Isabel también-. Ni que Chuck I de Espiña y V de Alemania fuese, en su contexto, un humanista y un hintelectual, bastante más presentable que casi todos sus reyezuelos contemporáneos, como Henry VIII y François I, dos pedazos de pichafrías. Ni que Felipe II era un tío calmado y más listo que el hambre, no cómo el supervillano que sacan en insultos a la inteligencia como Elizabeth. Ni que en Lepanto al turco se le dio fuerte y flojo, con un buen montón de galeras venecianas y del Papa apoyando, pero con la infantería española comiéndose tol centro de la batalla y Don Juan de Austria -a la sazón hermano putativo del rey, es decir, que estaba allí de mandamás por enchufe, algo muy español- fue el que tuvo la inspiración estratégica para ganar en inferioridad numérica.

Por que eso sí, y me vais a permitir el desbarre a los pererreverte, si ser espiñol es reconocerse aunque sea de lejos en esos cabrones bajitos, morenos y con mala leche repartiendo estopa por esos mares perdidos, o esperando en Villalar a la carga de la caballería imperial y otras soserías, entonces yo soy espiñol. Y si ser espiñol es celebrar los triunfos de La Roja -no sé si alguien lleva captando la ironía poética de llamar así a La Furia-, entonces yo soy espiñol. Y si ser espiñol es esperar a la mínima para poner a parir a tu vecino y abrirle la cabeza si hace falta, entonces yo soy espiñol -y "los árabes invasores" que estuvieron aquí ochocientos añazos también, porque pasaron más tiempo peleando entre ellos que con "los españoles"-.

Así, que hermanos, vociferen conmigo:

¡Viva Honduras!

Digo, perdón, no, no...

¡Viva Espiña!

lunes, 20 de julio de 2009

¿"Atacar desde lejos" es a cinco kilómetros de la meta?

Es que lo he escuchado está mañana y me he hecho sangre en la trompa de Eustaquio intentando comprobar que no he oído mal. Para el que no le guste el ciclismo -esto es, el Tour de Francia-, ayer el español Alberto Contador se colocó líder de "la ronda gala" atacando al pelotón y a su compañero de equipo, el que se llama como el primero que piso la luna, a unos cinco kilómetros para el final en llegada en alto. Cinco kilómetros de unos 207,5 que tenía la etapa. Vale que empinados valen doble y que a ver si tengo huevos yo de subirme a la bici y currarme sólo ese trecho, sin los 202,5 previos en las piernas, pero en fin.

El dopaje ha hecho mucho daño al ciclismo, eso está claro. Le quita la gracia sentarse a ver el Tour o la Vuelta si vas a estar temiendo que al favorito y su equipo entero igual los descalifican al día siguiente por dar positivo de pollardonoda o algo así, o que a lo mejor un mes después de que acabe la carrera le quitan el título al campeón, como de hecho pasó en ambas carreras hace un par de añitos. Ojo, ESO es lo que le quita la gracia. No que se dopen, que el pressing catch goza de gran audiencia. Porque si todos van igual de dopados, la competición no se adultera. De hecho, los pasados diez o doce años incluso tuvo más merito, porque vistas las investigaciones, iba dopado todo el mundo menos Armstrong. Cosas de la quimio.

Me la suda si se dopaba, mi puto ídolo.

Pues eso, que el dopaje ha hecho mucho daño, pero más la estrategia. Este año me he vuelto definitivamente antipinganillo. Menudo truñaco de etapas. Peor que en la etapa Armstrong, cuando ponía a tirar a sus dopados gregarios para seleccionar el pelotón y luego, él, el único no dopado, se lanzaba al ataque humillando al dopado Ullrich. Con el US Postal, luego Discovery Channel, aprovechando su manifiesta -y dopada- superioridad para controlar al milímetro cada etapa. El equivalente al catenaccio en ciclismo.

De lejos, señor Perico Delgado, que le oí en Teledeporte -ya no ponen el Tour ni por La2, RTVE como te odio-, le atacaba Chiapucci a Indurain cuando usted todavía iba en el pelotón. De lejos le atacaba el dopado Pantani -qué grande eras, Pirata- al dopado Ullrich desde el Galibier. Desde lejos atacó Javier Otxoa -qué grande sigues siendo- para coronarse en aquella gloriosa etapa con llegada en alto en Hautacam. Desde el puñetero kilómetro 50 con más del triple por delante. y cuatro puertos que incluían el Aubisque y la susodicha llegada en alto. Desde lejos atacaba hasta la dopada maricona de Virenque (a veces).

Javier Otxoa entrando en la leyenda en Hautacam.

No ayuda la manera en que lo está no-televisando RTVE, que antes pone el motociclismo a la vez en La2 y Teledeporte que hace un seguimiento en condiciones a los Alpes, o la Copa David en La1 y Teledeporte en el caso los Pirineos. Ni que los dos favoritos estén en el mismo equipo, que encima es el mejor del pelotón con mucha diferencia -¿cuál sería el segundo? ¿Cerveló, Saxo Bank?-. Pero el puñetero pinganillo y las estrategias, que hacen que sepas que las escapadas siempre las alcanzan antes del último puerto y que no va a haber ningún ataque decisivo hasta los últimos diez kilómetros, eso sí que hace daño. Lo pones a partir de las cuatro y media porque sabes que es lo único que cuenta.

Claro que luego saldrán Leblanc y algún otro diciendo que hacen falta corredores mediáticos para atraer al público. Da igual que la carrera sea un truño, la cosa es que hagan bonito en la foto. Por supuesto.

¿Alguien ha visto a las gemelas Olsen? A la que sea, yo tampoco las distingo.

domingo, 19 de julio de 2009

Contra Strangers in paradise


[NOTA: Ojo, spoilers]

Strangers in paradise
, publicada entre 1993 y 2007, fue una serie de cómics escritos y dibujados por el norteamericano Terry Moore a caballo entre las editoriales Antarctic Press, el sello Homage Comcics y su propia compañía, Abstract Studio, en tres volúmenes, el primero de 3 números, el segundo de 13 y el último de 90. En españa, Norma editó la colección completa en 7 tomos entre 2005 y 2008. Para más información sobre la colección y la vida y milagros de Terry Moore, aquí os enlazó un artículo de los de Zona Negativa. Tiene el defecto de que no aparece adornado por mi opinión, eso sí.

Strangers in paradise, ganadora de múltiples premios y cienes de reseñas laudatorias a poco que "googleeis", se considera el paradigma del "slice of life" -supongo que "deslizar de la vida" es la mejor traducción que me sale-, género que consiste pues, básicamente, en ver lo que les pasa a los personajes en su vida cotidiana, y tal. Supuestamente pertenecerían al género Seinfeld y Shin Chan, al menos según wikipedia. En lo que a cómic se refiere, se trata de culebrones como Sip y un montón de historias autobiográficas, esto, peregrinas. En España lo solemos llamar cine de autor. O "novelas de Javier Marías". En literatura también están los relatos de Raymond Carver o Lorrie Moore (¡sincronicidad!), con sus historias de divorciados y cuernos y tal.


Los protagonistas son Francine, tópica chica con problemas de autoestima por su supuesto sobrepeso con tendencia a echarse novios capulletes; Katchoo, su mejor amiga desde el instituto que está enamorada de ella hasta las trancas nada en secreto, y David, un chaval chino que pasaba por allí y se enamora de Katchoo, la cuál, lesbianérrima hasta entonces, no sabe muy bien qué pensar de sus sentimientos hacia él. A partir de ahí, y con su propia nube de secundarios, se desarrolla un argumento mitad drama mitad humor absurdo que camina en paralelo a una historia de "conspirasiones" que a veces lo complementa y otra le sienta como a un Cristo dos pistolas. En fin.

Strangers in paradise le debe mucho, intuyo que de manera muy consciente por parte de Terry Moore, a Locas, otro "slice", pero este aderezado de ciencia-ficción desbocada, y no de "cospirasiones", obra de Jaime Hernández, que es como diez años anterior y aún colea. De hecho, Francine y Katchoo son versiones noventeras -y suavizadas- de Maggie Chascarrillo y Hopey Glass, las heroínas punk del blanco y negro nacidas en la revista Love&Rockets, título que supongo que deja las cosas claras. Debo decir que las comparaciones son odiosas. Sobre todo porque Locas, con todo su delirio punketa de hace treinta años y sus tics y su surrealismo sin complejos, se come con patatas a Sip a todos los niveles, tanto en el dibujo -y en la narrativa ni te cuento- como en el argumento, tanto en el "slice" como en el "no slice". También bebe de Peanuts, y en el dibujo, de Archie. Pero esos me resultan más indiferentes.


Porque lleguemos al meollo del asunto. A qué tengo yo contra Strangers in paradise, cómic del que debo decir que me he calzado los más de cien números de los que consta en la lengua de Shakespeare, cosa que no hago a menos que me interese lo que estoy leyendo, así que en general, he de decir que me ha gustado. Claro que también me gustan las películas de Bud Spencer y Terence Hills y no voy a pretender que sean HARTE, ¿verdad? Y me encanta ver fútbol, -sobre todo rajar de- pero soy consciente de que la mayoría de los futbolistas son un montón de niñatos -muchos tienen mi edad, ergo- millonarios encocados y puteros. Porque una cosa es comer chocolate y otra pretender que no se vaya a las cartucheras, y a quién a buen árbol se arrima ajos come, ¿fale?

Entonces, ¿qué tengo en contra de Strangers in paradise? Hagamos una lista, de esas que molan:

1) "Slice of cospirasiónnnn!!!". No es que yo sea un entusiasta del género, pero el segundo volúmen y buena parte del tercero se dedican a "la cospirasión", que en ocasiones hace avanzar las relaciones entre los personajes, pero en otras las desvirtúa completamente, en plan "Leia es tu hermana", y que provoca un choque de tonos con las comeduras de tarro de los personajes que sólo se salva por las salpicaduras de humor absurdo que sabe administrar Terry Moore. Más o menos. Casi al final hay una revelación sobre Casey -una supuesta secundaria de esas sin las que no concibes la serie- completamente gratuita y que, o yo soy tonto o no se había sembrado para nada previamente, por lo que queda aún peor. Da para una escena buena con cierta moraleja que supone la definitiva redención, dentro de su capullez, de Freddie Femur, ex-capullete de Francine sin cuyas peleas con Katchoo tampoco soy capaz de imaginar Sip, pero coño, ¿no había otra manera que enmierdando a uno de los personajes aún medio ingenuos? ¿Francine había de ser la única "virgin princess"?


2) "Slice" 90210. Hace poco pude ver un capítulo de Gossip Girls. Como Sensación de vivir, Melrose Place o Orange County, tiene un problema gordo. Es una serie dedicada a, supuestamente, criticar el mundo irreal en el que viven los ricos, casi siempre usando a un "personaje persona normal" como punto de vista. Pero divide al resto en buenos y malos -los que aceptan al prota "aunque sea pobre" y los que no-. Y eso es un fallo. A partir de cierto número de ceros en la cuenta corriente dejas de ser buena persona y no puede protagonizar un "slice of life" porque no vives una vida, vives otra cosa de ciencia-ficción que no se sabe lo que es. En Locas, Maggie, Hopey o Ray tienen que trabajar para vivir, a veces los despiden o desahucian -Maggie acaba teniendo que volver a vivir a casa de su tía cuando se queda sin dinero- y las suelen pasar bastante putas, hasta el punto de que Hopey vive un tiempo en la calle. Y sus trabajos ya adultas no son precisamente glamourosos.


En Strangers in paradise... eh, ¿de qué cojones trabaja Francine, que es a la única que vemos acudir a una entrevista? No, en serio, ¿qué es lo que hace, si aquello es una oficina genérica llena de encorbatados? Freddie y Brad, dos personajes, sobre todo Brad, más bien secundarios, son los únicos con empleos reconocibles: abogado y médico. Toma ya. Katchoo se convierte en estrella del HARTE con sólo dos exposiciones o así, y gana rápidamente lo bastante como para montar su propia academia y... vivir del cuento, vaya. Y David... mejor no hablemos de David. Vale que con lo que se identifica el lector, ejem, blanco primermundista de profesión liberal es con la interacción emotiva de los personajes pero, en fin.


Vale. Katchoo, como Hopey, también vivió en la calle. O algo así, que tampoco lo llegamos a ver ni en flashback. En fin, que hasta para ser put... digo, call girl, lo fue de lujo. En Sip no hay pobres. Como en la mayoría de muy realistas "slice of life" o en los relatos de divorciados de Lorrie Moore (¡serendipia!) y Raymond Carver. Qué alguien me los compare con Zola. Venga, hacedlo. Venga.

3) "Traumauras". Todos los personajes tienen alguna especie de trauma infantil. Bueno, todo el mundo los tiene, vale. Los de Francine son hasta vulgares desde el punto de vista de la historia, cuando en los flashbacks al instituto la vemos agobiada porque, bueno, se quedo en pelotas en el escenario durante la representación de una obra escolar, y de repente aparece Katchoo bajo su ventana con un problema de verdad y tal. Pero coño, es que aunque todos acaben arreglando más o menos sus vidas con mucho amor, comprensión y polvetes ocasionales, algunas cosas tienen tela: si tu padrastro te viola, acabarás metida a puta... si tu padre se marchó de casa, acabarás convertida en una insegura patológica que se deja mangonear por los tíos... si tuviste anorexia y se metían contigo en el instituto, serás otra insegura que se operará hasta las pestañas...


Vale, soy un cabrón exagerado, pero no me he inventado nada, sólo David es equilibrado y porque es un cristiano "born again" -aunque bastante liberal, por eso de las lesbianas y los tríos-. Pero las conclusiones sobre las consecuencias de los divorcios y maltratos en la niñez, etc., se están convirtiendo en una especie de discurso de fondo en la ficción -y la ficción es la forma en la que asimilamos el mundo- muy a lo "hazteoir.org", en la que la única manera de ser feliz es haber tenido o acabar teniendo una familia de papá-mamá-niño-niña. El final de Sip es eso con lesbianas, aunque por el camino se dejen algunos tríos y se abogue por la libertad sexual y eso (una de las formas de ocultación del "profachismo", por cierto). El "hype progre" que tenía con esta serie era muy grande, así que quizás por eso me han chirriado.


Está claro que no llega al abyecto nivel de "cuelo un mensaje retrógrado bajo un maquillaje provocador" visto en, yo que sé, Californication, por ejemplo. Sip se cree sus propias arengas sobre el amor y la amistad, que están muy bien. Y aún así, aún así...

4) Me cago en las tensiones sexuales no resueltas. Si Francine y Katchoo se enrollan en el primer número, entonces no hay serie, de acuerdo. Y las relaciones entre las personas normales son, casi siempre, repetitivas y cíclicas, metiéndose en los mismos callejones sin salida y toda la pesca. Por eso funciona Sip y su triángulo Francine-Katchoo-David, por reflejarlo. Y julandroneces como Lost in traslation lo clavan por eliminar el sexo de raíz. Sin embargo, no hay manera de que dejen de ponerme de los nervios. El mismo guión de Sip admite que es ridículo que Francine y Katchoo no consumen, por muchas dudas que tenga la primera.


5) Perdón por ser hetero. Sólo hay un hombre heterosexual reflejado de manera inequívocamente positiva en todo el cómic: David, el "born again" de veleidades "zen new age". Todos los demás -Freddie, Brad y otros ex de Francine-, son unos capulletes. Freddie consigue redimirse dentro de su propia capullez. De hecho, el tipo es de una capullez tan ingenua y natural que consigue caerte bien -al menos a mí- de lo honesto que resulta, no como todo el resto de hipócritas pellizcacristales, incluídas las lesbianas.


Lo de Brad, marido rebote de Francine (SPOILER GORDOS), es de traca. Es decir, habría sido muchísimo más honesto que ella lo dejase, en plan Las Horas, al llegar a la conclusión de que aunque la quiere y es buena persona, ella no le corresponde y nunca serán felices. No por un muy vulgar asunto de cuernos en el que Brad se defiende muy capullamente. Francine debería haber abandonado la relación "normalizada", embarazo truncado incluído, por no ajustarse a lo que ella sentía o necesitaba, no, simplemente, porque no funcionase como se supone que debía. ¿Si hubiese tenido el crío o Brad fuese el marido perfecto habrían envejecidos juntos? ¡Katchoo y "lesbianizarse" son su plan B! (Sí, sí, la explicación del cómic es más compleja. Ve a comprarte el último número de Cahiers du cinema o Zero y déjame en paz, coño).


Terry Moore, el autor, que yo sepa, es heterosexual. Entonces, tengo dos preguntas. ¿Por qué cuando un autor hombre heterosexual quiere hablar sobre "la homosexualidad" o usar personajes homosexuales -y recordemos que en EEUU el tema no se puede tratar con tanta normalidad como en España, y que aquí todavía algunas gilipolleces hay que aguantar- en el 90% de las ocasiones usará mujeres, salvándose honrosas excepciones como Brokeback Mountain? Y segundo y no menos importante, ¿por qué los autores hombres heterosexuales sienten la necesidad de retratar a sus congéneres cómo a un montón de capullos inmaduros? En serio, que poco antes de calzarme el final de Sip leí el cómic franchute Pequeños eclipses, una especie de "slice" sin ese nombre (luego vuelvo con eso) ¿no hay mujeres que pongan los cuernos? ¿En una ruptura la culpa siempre es del tío?

(Otro "hetero positivo" es el detective Walsh y su bigotazo sin complejos, pero es que no le dejan participar en los complicados "polígonos amorosos" de la trama, al pobre, con la gran pareja que habría hecho con Tambi).

6) Si lo escribe un francés no lo lee ni su padre. Igual que le pasaría a Lanfeust si lo dibujase Jim Lee, probablemente. El "slice" como género es un invento gringo, porque en Europa esas cosas de contar la vida de la gente normal se ha hecho siempre. Esto no es en plan "que guays somos los europeos y que lerdos los yanquis", es una constatación, en EEUU a partir de los 50 se entiende que cómic es equivalente a superhéroes y que todo lo que no sea eso es "hindependiente" -aunque lo publique una filial de la Warner- o "junderground". De hecho, así era en los 70 y primeros 80, luegon son las mismas editoriales de los superhéroes colándonosla doblada poniéndole esas etiquetas a lo que publican. Así que cuando se marcan alguna obra maestra o algo parecido, lo venden a bombo y platillo y todo el mundo se hace pis encima encumbrándolo a los altares. Aunque no te dé nada que no podrías encontrar en casita, y más barato. Como con el cine o el fútbol, vaya. Ojo, igual o más estúpido es ir calificando cosas sin leerlas porque son "cultura basura yanqui".


Aighs. Si has llegado hasta aquí, te pongo en mi testamento, pero no te emociones, heredarías la hipoteca de mis padres y un par de tintines, a lo sumo.

Debo repetir que Strangers in paradise me ha gustado. Me he reído -hasta con la parodia de Xena-, se me ha cogido un pellizquito en el estómago cuando tocaba y me he pasado números y números acabando por odiar a Francine. Y sé que los personajes tienen reacciones muy humanas y reales. Reacciones muy humanas y reales de clase media-alta blanca norteamericana, eso sí -ya sé que David es oriental, hace cosas zen-.

Sólo he escrito todo esto para demostrarme a mí mismo que no asumo acríticamente cualquier cosa que "me guste". Y porque, por si no os habéis dado cuenta, disfruto escribiendo estas cosas. Y leyendo comentarios. Ay.

martes, 7 de julio de 2009

Soy tan progre que soy facha


Es la enfermedad del siglo XXI. O de siempre, probablemente. Se trata de esa clase de seres que escriben sus columnas de Hopinión en El Mundo o El País, además de los otros seres que los leen y sacuden la cabeza con energía, como en plan, olé sus huevos por decir lo que hay que decir, coño ya. Son los Mario Vargas Llosa de la vida, esa clase de señores que van de que SON TAN PROGRES QUE SON FACHAS.

¿Qué cómo se sostiene semejante retruécano? Pues muy sencillo. Se trata de esa clase de personajes que afirman ser defensores de las más sagradas libertades y valores intrínsecos a la dignidad del ser humano, que sueltan eso "yo soy indenpendiente" sin descojonarse ni que se les caiga la cara de vergüenza. Cuidadín. No hablo de Federico Jiménez Losantos ni de César Vidal u otras maravillas del arte ecuestre. A estos señores "libeggales" no se los cree ni su propio público, que si sospechase mínimamente que son lo que a veces hacen como que les apetece aparentar, les daría la espalda. Fede y el Gordo Cabrón (así llamo yo de cariño a CV) son unos retrógrados de alta escuela, que si fuese por ellos nos devolvían a la Edad Media a la de ya, y pretender lo contrario es tontería. No, el "progre-tan-progre-que-es-facha" es otra cosa mucho más abyecta y peligrosa.

Me case con mi tía y la deje cuando se puso viejuna, eso es ser "Vida Loca", coño.

No, el "profacha" es ese ente abstracto que dice ser de izquierdas pero se comporta y opina como un falangista de manual, afirmando que esta actitud no es sólo perfectamente coherente con su supuesto ideario rojeras, sino que además es de auténtico progre y libertario, no como más de un "radikal" suelto que anda por ahí. De hecho, tenderán a intentar aleccionar al pobre "radikal", diciéndole que "es que hay cosas que no se pueden cambiar", useasé: "LA ECONOMÍA ES LA QUE ES" o "El Rey cumple un papel institucional necesario".

Aunque el "PROFACHA" más célebre del universo es Mario Vargas Llosa -al que muy acertadamente Gabriel García Márquez partió los piños hace un tiempo, harto de tanta tontería, imagino-, que como todos saben, es peruano, en España tenemos la mayor densidad de población de estos tipejos del universo.

Empecemos con un ejemplo fácil: Rosa Díez. Es que no hace falta ni explicarlo.

"¿Me parezco a la Sexo en Nueva York? ¿No? Jopeta".

Otro: José Bono. Si más de una perlita que ha soltado por esa bocaza no basta, recordemos que es consuegro de Rafael. Vale por casi todo el grupo parlamentario del PSOE.

Bono hambre!"

Más: Iñaki Gabilondo (o Gabigilondo, para los colegas). Hace poco ha dicho que en matería antiterrorista estaba equivocado y Aznar tenía razón, la única respuesta para el problema vasco (perdón, para la ETA), es la policía. Pero dejemos eso. Centrémonos en el rollo de la responsabilidad. La responsabilidad es una cosa que la derecha arenga contra la izquierda para que no haga cosas de izquierdas, porque ser de izquierdas es irresponsable., no sé si os habéis enterado ya. Repasen los editoriales que suelta al principio del telediario de Cuatro este individuo y luego me lo cuentan.

Iñaki haciendo gala de su siempre exquisita neutralidad periodística.

Los "Macho Men". El sobrenombre se lo robo a una profesora. Se trata del star system de la literatura española actual, esos que en sus columnas y páginas en dominicales rajan de lo mierdas que somos los jóvenes -como rajaron de ellos hace treinta años u más, por cierto- y de que Ejpaña ya no es lo que era y el mundo se acaba mañana. Los más destacados, a libro por año, Arturo Rambo-Reverte, Antonio Muñoz Molina y Javier Marías (cuyo segundo apellido es Franco, si te preguntabas por qué no lo usa).

"Me gusta el olor del napalm por la mañana. Eso, los veleros, los chalés y los restaurantes caros".

"Duermo con Elvira Lindo, si eso no es progresista no sé que lo será..."

"Como aparte de feo no sé tocar la guitarra, me hice el sensible a ver si así follaba..."

Laporta. Esto es peor todavía, el cáncer del alternativismo español: por ser catalán o vasco hindependentista uno no se vuelve automáticamente de izquierdas. Voy a repetirlo: por ser catalán o vasco hindependentista uno no se vuelve automáticamente de izquierdas. El nacionalismo es, por definición, de derechas. Y el Barça mueve los mismos millones que el Madrid. En serio, vamos a dejarnos de gilipolleces en ese sentido ya: todos los equipos de fútbol son igual de censurables políticamente.

"Estábamos en la UVI..."

Boris Izaguirre. Búsquense la entrevista en la que decía al Loco de la Colina que la derecha tiene cosas que la izquierda ha perdido, a saber, los buenos modales y el gusto por lo refinado. Boris era una auténtica maruja de tiempos de Franco y nosotros sin saberlo. Ya ni de los maricas puede fiarse uno.

Boris, épicamente glamouroso.

Les propongo un reto: busquen un PROFACHA y añádanlo en los comentarios, iremos aumentando la lista si pasan el corte (estaría bien discutir los propuestos de cara a una lista definitiva que pegar en la puerta de todos los bares de España). Tiene que ser público y notorio, vuestros padres no valen (aunque lo sean por definición).

"Por cobrar sueldo de futbolista y tener dos chalés no dejo de ser de izquierdas, jijiji..."

martes, 2 de junio de 2009

Crisistunidad


Lo afirmó Lisa Simpson: los chinos usan la misma palabra para decir crisis que para decir oportunidad. Lo confirmó Homer: "Crisistunidad".

Y ya puestos, el refranero español dice aquello de: "tanto va el cántaro a la fuente...".

En fin, que fiel a su estilo, el Betis ha pegado un segundazo vergonzoso y vergonzante, que parece aún más tremendo por el tema del capicúa (el tercero por arriba y el tercero por abajo) y cuyo responsable último, más allá del rendimiento muy por debajo de lo que dicen sus nóminas de nuestros amigos los jugadores, se llama Manuel Ruiz de Lopera, el mismo nombre que alguna gente sigue empeñada en darle al estadio Benito Villamarín.

En fin, que es una crisis del carajo, porque no hay más que ver a la Real Sociedad o al Celta para darse cuenta (y el Zaragoza es difícil que no suba, pero ha sudado la gota gorda para meterse ahí) de que Segunda no es ningún paseíto para los "grandes". De hecho, así en frío, si de los tres descendidos me preguntan cuál veo antes volviendo a Primera, diria el Numancia, auténtico "equipo ascensor" especializado (por el mismo camino va el Tenerife).

Y también es una oportunidad. La que puede estar aprovechando el Zaragoza para construir un club nuevo y un equipo fuerte con un entrenador comprometido (o no). La que canalizaron en su momento el Villarreal y, si, el Sevilla. La hora de la limpieza, para la que existen dos caminos.

Uno, el más sencillo, el más duro, pero el que se pide a gritos porque a largo plazo será mejor, que se vaya Lopera. Quien venga detrás lo tendrá fácil para ganarse a la afición y justificar un "tránsito por el desierto" que se antojaría inevitable (Lopera ha descapitalizado el Betis como entidad, que a efectos prácticos pertenece a sus empresas) y en el que, miedo me da pensarlo, la permanencia en Segunda sería como para darse con un canto en los dientes.

El otro, el más complicado. Que Lopera se mantenga como "la mayoritaria", el dueño del cortijo, el boss, pero delegue la gestión del club en otras manos, presumiblemente las de alguien con un mínimo interés en dotarlo de una organización decente y de poner a cargo la faceta deportiva a un profesional del tema con un mínimo de compromiso. Esto lo veo difícil, fundamentalmente porque "don Manué" ha espantado a todas las figuras competentes de su entorno (sirva como ejemplo Lorenzo Serra Ferrer) y además tiene una tendencia innata a enrrabietarse en cuanto alguien le roba protagonismo (que le pregunten a Paco Chaparro). Es la principal razón por la que, en mi opinión, el personaje no piensa vender: le acojona que alguien venga detrás, lo haga mejor y, sobre todo, le cambie el nombre al medio-estadio (once años sin terminarlo, once, que tiene cojones). Aparte de lo que tenga que perder económica o legalmente, que no es poco.

A estas alturas, manifa con 65.000 personas mediante -ya sus podríais juntar así en la próxima huelga general que acabará llegando, chiquilicuatres-, está bastante claro que la Fundación Heliópolis y otros inventos no van a pagar porque Lopera no piensa ponerle un precio lógico a las acciones del club. De hecho, es más o menos probable que si alguien estuviese dispuesto a pagarle las barbaridades que pide por un club descapitalizado y en segunda, Lopera subiese el precio aún más como, de hecho, ya hizo el otoño pasado, inventándose incluso una sociedad fantasma para autocomprarse el equipo.

Los fichajes y salidas confirmados, ay, no auguran nada bueno. Qué Juanito se vaya es lógico, porque semejante desbarajuste no hay quien lo aguante, y menos un capitán, internacional y con ofertas de Champions sobre la mesa, al que se lleva ninguneando años, mientras a auténticos petardos que viene de fuera se les pagan cifras de galáctico. Económica y legamente Lopera tiene dos tercios de culo al aire, con Hacienda relamiéndose el colmillo. La posibilidad de sufrir un cachondeo administrativo como el que en su momento pasó el Atlético de Madrid o hace nada la Real Sociedad está ahí. Maradona nos proteja.

En fin, que esperemos que "mi Beti" aproveche, de la manera que sea, su "crisistunidad".

martes, 12 de mayo de 2009

El síndrome de La Guerra de las Galaxias.

Existe una ley universal para la ficción, sobre todo la cinematográfica, llamada "Ley de la Trilogía". No sé si se encuentra catalogada o patentada por ahí, de seguro que no he sido el primero en darse cuenta, pero lo que si tengo claro es que se cumple con tanta precisión como da la hora un reloj suizo de los güenos-güenos.

El fundamento de la "Ley de la Trilogía" es más sencillo que el mecanismo de un botijo, y se aplica sobre toda saga peliculera de tres partes, sean estas planificadas o no. La primera película oscilará entre dejarse bien y no pasar de buena, digamos que rendirá en taquilla y complacerá a ese ente amorfo llamado público. La segunda, inevitablemente, la superará en calidad y cantidad, situándose entre "piniculón" y Puta Obra Maestra (P.O.M.). Y la tercera será un truñaco sin remedio, cuyo grado de fetidez artística, traicionando el espíritu de las dos anteriores y a los pobres fans. El grado de tración andará más o menos entre chivarse a Hacienda de que no pagas los impuestos o directamente apuñalarte por la espalda, follarse tu cadáver y prender fuego a tu colección de cómics (y si no tienes colección de cómics, largo de aquí, lamecandados, vete a ver Fama o cine iraní subtitulado o lo que sea que hagas).

¿Pruebas? Observen la progresión de las sagas cinematográficas de X-Men y Spiderman. Primera correcta, segunda orgásmica, tercera truño descomunal. El Señor de los Anillos, lo mismo, pese a todos los óscares del universo mundial. El Retorno del Gay era un coñazo, sobre todo el final, con Frodo y Sam asumiendo su homosexualidad reprimida de la forma más pastelosa posible -en la sala donde yo la ví empezaron a canturrear "qué se besen, qué se besen"- y esos fundidos en negro que hicieron que la gente se levantase antes de tiempo. Matrix y Regreso al Futuro: directamente ya les sobraba la segunda. Batman: la segunda era tan buena que para compensarlo, el karma hizo que a Joel Schumacher le dejasen grabar una cuarta aún peor que la tercera, que tiene mérito. El Padrino: si lo dicen hasta Los Simpsons, macho, es que la III da vergüencita, joder, Sofia, ¿pero qué haces? De verdad, estás enferma. Piratas del Caribe, ni se discute. Blade, en fin, si acabastéis de ver la tercera en lugar de salir y pegarle al acomodador, no porque tuviese la culpa si no por estar allí, más a mano, intentad defenderla si tenéis huevos.

Diréis que me estoy escaqueando de Indiana Jones o Superman, pero ahí ya la estáis cagando, chavalotes. Para empezar, a mí del Dr.Jones me parecen todas malas, así que argumentarme que La Última Mariconada es buena no sirve, y la post-mortem, esa ya llega al nivel de Batman y Robin de estafa infecta. En cuanto a las antiguas de Superman no se pueden considerar trilogía in stricto sensu, pero aún así el bajón ahí está, alcanzando sus más altas cotas de tontería en la cuarta, y eso que el guión tan malo no era. Y voy a tirarme un farol. Probad a mirar que pelis de James Bond, por orden cronológico, son múltiplo de 3. Una pista: la única que hizo George Lazenby es la sexta. Y Quantum of Solace hace 24.

Sólo se libra del tema este -la excepción confirma la regla- la trilogía involuntaria de los mosqueteros de Richard Lester, cuya tercera parte, El Regreso de los Mosqueteros, adapta Veinte Años Después convirtiendo al hijo de Milady en chica, y encima esa chica es Kim Cattrall pero veinte años antes, no sé si me explico. Si eso no es remontar en calidad que venga Dios y lo vea.

Pero centrémonos en la pionera, en LA trilogía, La Guerra de las Galaxias, la que abrió las puertas al despiporre actual de muñequitos de Rorschach en las estanterías de las tiendas de cómics y quinceañeras histéricas gritando en los salones del cómic "¡Soy friki! ¡Soy friki!". La primera, el Episodio IV avant la lettre -que maricona de playa estás hecho, Jorge Lucas-, un piniculón de aventuras más que potable, que se sigue dejando ver hoy en día y suma puntos por la gran cantidad de guiños mitológicas y todo eso -cuando alguien empiece a hablarte de como se basó Jorge Lucas en el trabajo de Joseph Campbell, no te flipes y empieces a planificar vuestra futura vida en común, pequeña gafapastofílica, ha leído un artículo en El País Semanal, pero no tiene ni puta idea de quién es Joseph Campbell-. La segunda, El Imperio Contrataca, un pedazo de película que te cagas, con el "Luke, yo soy tu padre" y toda la pesca, si tengo que argumentártelo más, largo de aquí, Jose Luis Garcí del pan pingrao. Y la tercera, El Retorno del Julai, pues... salen los ewoks y Leia es tu hermana -convirtiendo en incestuoso retroactivamente el piquito de la peli anterior-, en fin, ¿qué queréis que os diga? ¿Qué Jorge Lucas no lo tuvo todo planeado en ningún momento, que lo único que ha querido siempre, incluso cuando era un hippy zarrapastroso -para los estándares de Hollywood- era vuestro dinero? Pues eso. Puto gordo canoso, como te odio.

Quizás diréis que El Retorno del Julai no es tan mala. Que hay tensión, drama, secretos familiares, motos voladoras explotando, Lando Calrissian repartiendo juego, princesas en bikinis dorados, etc. Que los ewoks no tienen nada de malo, que son como peluchitos adorables o como si Chewbacca hubiese dejado embarazo a C3PO. Pero no, amigos, no. El Retorno del Julandrón es la película fundacional de otra lacra de la ficción actual, el llamado... ¡Síndrome de La Guerra de las Galaxias!

El síndrome de La Guerra de las Galaxias no es la obligatoriedad del peluchito mono, eso en realidad es culpa de Spielberg -ya ajustaré cuentas con ese también algún día-, sino el rollo zen y los hermanos secretos. "Leia es mi hermana". Anjá. Claro. Y hacemos otra entrega más y al final resultará que Han Solo es vuestro primo y tendrán que pedirle la dispensa a Yoda o algo. Perdón, que en la nueva Trilogía -otra excepción, primera horrible, segunda sólo horrorosa, tercera potable- descubrimos que C3PO lo construyó el pequeño Annie -tiene cojones-, así que... ¡también es vuestro hermano! Muajajá...

Pues ahora, espectadores de Pérdidos, lectores de los X-Men, sufridores de esa bazofia horribile llamada Héroes... díganme cuándo ha quedado bien que todo el mundo sea hermano de todo el mundo, sobre todo cuando es improvisado, como de hecho fue en La Guerra de las Galaxias. Yo se lo digo: nunca, porque falsea completamente las relaciones preestablecidas entre los personajes y obliga a una nueva dinámica sin sentido, sobre todo con el reduccionismo conservador yanqui sobre cuál debe ser siempre y en todo momento la relación entre los miembros de una familia, aunque la gracia sea que se trate de una familia disfuncional.

Bien. Ahora, cuando reflexionen sobre la película de Lobezno y mierdas tebeiles derivadas del acontecimiento, cuando tengan entre sus manos un cómic escrito por Chris Claremont posterior a 1991 o alucinen al oír las explicaciones que están por venir en Perdidos sobre qué coño hace Christian Shepard jodiendo la marrana por ahí, cuando hagan todo eso, ya sabrán a qué se debe esa sensación extraña, de que algo falla, de que huele a cuerno quemado...

Culpa de Jorge Lucas y el día que se leyó la contraportada de un libro de Joseph Campbell.

domingo, 10 de mayo de 2009

El origen de Lobezno somos todos nosotros

Ayer me calcé X-Men Orígenes: Lobezno, un título demasiado largo que ya empieza indicando cierto mariconismo autoconsciente por parte de Marvel. Por un lado saben que Lobezno, así porque sí, puede tener poco sentido, por otro lo de "X-Men Orígenes" da muy malas vibraciones, en plan "queremos estirar la franquicia hasta que el karma nos asigne a nuestro propio Joel Schumacher".

La película intenta mezclar en un todo coherente los dos o tres orígenes "canónicos" de Lobezno al tiempo que mete la mayor cantidad de personajes de la franquicia posibles -con calzador- y enlaza con la trilogía X-Men. Y le sale bien a ratos. Los títulos de crédito serían orgásmicos de no haber visto ya los de Watchmen, que hacen lo mismo pero mucho mejor.

Los orígenes de Lobezno son, cuando menos, variados. El "canon" del Universo Marvel "oficial" -Tierra 616 según las cuentas de OtroMundo, para los iniciados- le ha superpuesto ya tres o cuatro, que ni se contradicen ni se dejan de contradecir. Un vistacillo a vuelapluma:

- El plan de Len Wein. Wein, famoso por crear a La Cosa del Pantano para DC, también fue el "padre" de Lobezno, al que inventó como superhumano al servicio del Departamento H (el servicio secreto canadiense, no os riais, joder) y enemigo de Hulk (al que luego se unía para combatir al Wendigo). Cuando allá por 1975 le encargaron relanzar la Patrulla-X, decidió llevárselo, dándole un lavadito de cara y tal. Se dice que en su plan inicial Lobezno, que entonces era una tabula rasa, iba a ser el joven rebelde del grupo, y Rondador Nocturno el tipo desagradable del pasado atormentado. Pero como Wein se fue antes siquiera de escribir su segundo número en la serie (a ejercer de editor para DC, entre otras cosas y andando el tiempo, de Watchmen), el dibujante Dave Cockrum dio a Rondador su personalidad actual como aventurero, espadachín y tipo, por lo general, optimista, y el nuevo escritor, un jovencísimo Chris Claremont, decidió otorgar el papel de atormentado de oscuro pasado dentro del grupo a Logan. El origen ideado por Wein era curioso. Lobezno era un "wolverine" de verdad, un perrito salvaje del Canadá (en eso se basan su diseño y sus poderes), al que el Alto Evolucionador (para quién no lo sepa o intuya por el nombre, el Dr. Moreau versión Marvel) "evoluciona" hasta su estado semi-humano (de ahí la parte de animal salvaje). Claro que el que decía que Wein tenía esa idea era Cokrum, Wein posteriormente lo negó y afirmó que para él las garras ni siquiera formaban parte de Lobezno, iban en los guantes (también asumía, eso sí, que el esqueleto era de adamantium de forma "natural"). Claremont ignoró la idea (todas), y lo cierto es que hizo poco con Lobezno en aquella primera etapa, aparte de tenerlo de secundario duro y respondón al que el resto del grupo no soportaba.

- Byrne y Alpha Flight. Chris Claremont es un tipo que tuvo la suerte de aprender sobre la marcha. Dirigió la franquicia mutante durante 16 años y parió casi todos los elementos claves de la saga, además definir a los personajes tal y como los entendemos ahora. Sólo las películas y Grant Morrison tuvieron huevos de enmendarle la plana. Si alguien hiciese una selección de las 10 mejores historias de los X-Men, por lo menos la mitad las fimaría él. Pero lo cierto es que al principio, cuando era novato, le influían bastante los dibujantes que tenía la lado. Cockrum potenció el protagonismo de Rondador Noctuno. Luego llegó Byrne, al que Claremont conocía bien de trabajar juntos en Héroes de Alquiler. Byrne es canadiense, como Lobezno, y quizás por eso decidió darle solera al personaje (cosa que acabó relegando a la mera anécdota a Coloso, Rondador, Banshee, etc... ya que Cíclope y Jean eran los protagonistas "oficiales" y Tormenta la favorita de Claremont). Byrne crearía a James MacDonald Hudson, Vindicador, ex-jefe de Lobezno en el Departamento H (que iba por ahí vestido de bandera canadiense) y a los Alpha Flight (incluído Estrella del Norte, ejem), la Patrulla-X del Yukon, cuyas peleas con los X-Men son una especie de tradición. Entonces se daba por sentado que las garras no eran suyas y que llegaron con el esqueleto de adamantium, que se lo puso el Departamento K. Todo esto se matizaría y los planes de Byrne cuando creó la serie propia de los Alphas variaron mucho, pero la idea era que James y su mujer, Heather, rescataron a un Logan medio salvaje y lo acabaron convirtiendo en Lobezno, vamos, que Jimmy le puso el adamantium. Quitando esa última parte, la historia del rescate, entrenamiento y conversión se mantendría. En principio fue Hudson, obsesionado con poner a sus agentes nombres clave de elementos "típicos" de Canadá, el que lo bautizó como "Wolverine". Esto también cambiaría, claro.

- Claremont de nuevo (y Miller). Ya consagrado y con los X-Men como superventas, escritas sus dos historias definitivas sobre ellos -Días del Futuro Pasado y Dios Ama, el Hombre Mata, increíble como pudo prolongase diez años más aparte de sus dos regresos y lo que te rondaré morena-, Claremont propuso a un por entonces menos famoso Frank Miller escribir una miniserie sobre Lobezno. Frank contestó, cáguense: "No me interesa escribir una miniserie sobre un asesino" (qué cachondo eres, Frank). Claremont le dijo que a él tampoco. Miller era entonces de los poquitoa que leía y defendía eso del manga, y Claremont quería sacar a Lobezno en Japón, donde se había echado una novia durante una visita a su viejo compadre Fuego Solar junto al resto de la Patrulla. La idea era que Logan era una especie de samurai fracasado, aunque como todo lo "japonés", mezclaba sin sonrojo samurais con ninjas y metía mucho el palabro "honor", que si el honor esto, que si el honor aquello. Se intuye que la mini podría ser adaptada en una próxima película de Lobezno, lo que podría estar bien o ser otra cagada o un remonte de la inevitable trilogía que le van a dedicar. En aquella mini ya se intuía que Lobezno estaba harto de ir a Japón, aunque fuese la primera vez que se cruzaba con la familia Yoshida. Por supuesto, todo sería desmontado más tarde.

- Arma-X. Barry Windsor-Smith, celebérrimo dibujante de Conan y de un par historias míticas sbore Tormenta, Muerte Viva 1 y 2 (y 3, ejem), se encargó de una miniserie de 5 números sobre Lobezno dentro de la antología Marvel Comics Presents, que aquí en España se publicó bajo la cabecerá Arma-X. Básicamente, trata sobre el experimento en el que le introducen el adamantium en los huesos, una escena hinchada a más de 100 páginas. Dibujo magnífico, historia engañosa que luego ha sido contradicha sin cesar. Logan escapa destrozándolo todo y matando a todo el mundo, siendo luego supuestamente recogido por los Hudson, sin que quede claro quién ni por qué le pone el adamantium. Unos años después el guionista Larry Hama aventuraría que eran sus jefes del Departamento H igualmente, tras fracasar en Sable. Parece que la idea de Claremont, sugerida a Smith, era que fue Apocalipsis o Siniestro, lo cual no pegaba ni de broma y entraba ya dentro de los primeros síntomas de decadencia claremontiana, con su empeño en que todos se conocían de antes y estaban relacionados y blablabla contradiciendo sus propias historias constantemente (no sé si he mencionado que Claremont se ganó la vida durante un tiempo escribiendo comics y novelas oficiales de Star Wars). A Hama le acabaron imponiendo esta versión, dando lugar a unos cuantos bandazos un poco absurdos, como la versión simiesca del personaje, y en la supuesta saga definitiva sobre Apocalipsis, un villano que de tan poderoso y definitivo que era acabó siendo un coñazo, Lobezno ejerció de "malo", como el Jinete Muerte. Chorradas que no venían a cuento, pero que siguen siendo canónicas.

- Agente Secreto. Larry Hama fue el individuo que se hizo con las riendas de Lobezno allá por los primeros 90, con Adam Kubert a los lápices, cuando la franquicia se quedó huérfana de Claremont. De hecho, indirectamente causó la marcha de Claremont. El bueno de Chris quería matar a Lobezno y resucitarlo como villano, líder de La Mano -unos ninjas muy malos-, que se convertía en el nuevo peor enemigo de la Patrulla. Eso chocaba con los planes de Hama y Bob Harras, editor de entonces, lo usó como excusa para librarse de Chris y poder controlar la franquicia directamente -con erótico resultado-. Hama, de rebote, tuvo cierta libertad de movimientos para intentar cuadrar los dos o tres orígenes que tenía el personaje y explicar la rivalidad con Dientes de Sable. Durante un tiempo estuvo insinuando que Sable era el padre de Logan (y los colocaba a primeros del siglo XX, no en el 1800 y pico) y toda la historia de Silver Fox, que al final no estaba muerta, estaba de parranda. No era un romance fingido, sino recuerdos falsos. Salían Maverick, Wraith y unos pocos personajes más que han pasado a la película, hasta con Gámbito y Júbilo de invitados en algún episodio. La idea es que Lobezno formaba parte del Equipo X del Departamento H junto a Dientes de Sable y Maverick -eh, un señor alemán- hasta que se hartó y se fue. Para que no se fuese de la lengua, le implantaron recuerdos falsos. A Hama ya he dicho que los editoriales le impusieron muchísimas chorradas, como la del origen por encargo de Apocalipsis, el malo más malo del mundo mundial. En aquella etapa también llegó la gran-pelea-de-la-leche con Magneto en la que, por fin, el señor del magnetismo caía en que uno de sus peores enemigos estaba hecho de metal. Magneto arrancaba el adamantium de los huesos a Lobezno sin anestesia y ¡sorpresa, sorpresa!, descubríamos que las garras eran de nacimiento. Así que se introdujeron retroactivamente como "garras de hueso" en todas sus apariciones pre-Arma-X (sólo en los flashbacks, claro, nadie redibujó tebeos ya editados, eso si acaso George Lucas).

- "Origins". Miniserie perpetrada por Paul Jenkins y Adam Kubert, que debe ser el tipo que más veces haya dibujado a Lobezno. La idea era contar, "ahora-sí-que-sí" el origen definitivo del todo del personaje. El resultado fue una historia en plan "Cumbres borrascosas canadienses" cuya escena central y más interesante es la inicial de la película (el resto es caca, incluida una no-novia pelirroja que supuestamente justifica su obsesión posterior). Hay una diferencia, y es que el cómic nunca dice claramente que Víctor (apodado "Perro") sea Dientes de Sable. Pero vamos. Blanco y en botella. La relación posterior, que se ve en los títulos de crédito, no ha existido nunca en la continuidad Marvel oficial, ya que Lobezno acumula crossovers en todas esas guerras con tropecientos personajes, tipo el Capitán América o el mismo Xavier (en Corea o Vietnam o algo así, según a quién le preguntes), historias en las que nunca salía Sable (hasta el momento se habrían conocido en la versión de Hama). Luego ha aparecido una serie regular, Wolverine Origins, que se está dedicando a rellenar huecos y explicar todo lo que ha hecho Lobezno desde 1845. A veces contradice otras cosas y a veces no, tiende a envejecer a algunos personajes, como Silver Fox. Lo más relevante ha sido dotarlo en un hijo medio japonés -que tuvo estando casado, ¿ein?, Marvel avanza pero a pasitos cortos, debe ser el personaje que más chicas se ha zumbado de la historia de la editorial, villanas incluídas, pero si tuvo un hijo que quede claro que fue estando casado-, Daken, que ahora mismo ejerce de "Dark Wolverine". El nene ha heredado las garras, sólo que las tiene repartidas en torno a la muñeca. De paso, hemos conocido a X-23, "she-wolverine", un, atención, clon de Lobezno en chica, que sólo tiene dos garras en las manos y una tercera en los pies (que a jugar por el tino de los dibujantes le debe salir del dedo corazón). Os explicaría la idea original para el personaje (ejem, prostituta de lujo, ejem), pero me da la risa. Una ida de olla que te cagas.

- Ultimate. Mark Millar es un señor escocés que escribe cómics y fuma marihuana (entre otras cosas). El universo Ultimate, surgido hace ya diez añitos y a punto de ser cancelado por Marvel, era una "actualización" de las principales franquicias de la editorial aprovechando el tirón de la película y realizados por autores estrella. Mark Millar escribió Ultimate X-Men y The Ultimates -equivalente de los Vengadores- mientras Brian Bendis. Ultimate X-Men lo dibujó, sí, señores, sí, Adam Kubert. La version "refinitiva" de los X-Men era un carrusel de acción exagerada donde Lobezno era un asesino al que Magneto contrata para acabar con Xavier de una vez por todas pero se acaba volviendo "bueno". Arma-X es un proyecto del gobierno de EEUU esta vez, al que pertenecen Rondador y Pícara, entre otros, en una cosa parecida a la que se ve en la película. Dientes de Sable es hijo de Lobezno -o algo así- y hace que le implanten cuatro garras. Y poco más, que gran parte de la serie, y ha llegado a los 100 números, eran ganas de provocar con cambios al azar respecto a la historia "canónica".

- Arma Plus. Grant Morrison llegó a la franquicia como autor estrella allá por 2001. La idea del bueno de Grant era aprovechar el tirón de las películas para revolucionar a los X-Men, que desde la marcha de Claremont habían languidecido en una cosa aburrida y predecible. Cambió desde los uniformes hasta el logo, además de cambiar de novia a Cíclope y el enfoque sobre "la escuela". En cuanto a Lobezno, Morrison se inventó que la "X" de Arma-X quería decir "10" en número romanos, cosa que hasta entonces nadie se había planteado, porque Arma-X era un "cargo" que habían llevado tres o cuatro tíos después de Lobezno, pero que a la película le ha venido muy bien. Eso sí, Morrison adaptó mejor Arma-X como rival de los X-Men, por aquello de ser un proyecto de "evolución artificial", aunque ese tipo de villanos nunca han funcionado muy bien. Conocimos a Arma-XII, Arma-XIII y Arma-XIV o Arma Plus, que es en lo que convierten a Masacre al final de la película. Y... bueno, realmente no fue lo mejor ni más interesante que hizo Morrison.

Ahora mismo Lobezno sale en las tres cabeceras de los X-Men (Asthonishing X-Men, Uncanny X-Men y X-Men:Legacy), sus dos series (Wolverine y Wolverine Origins) , algunas de Vengadores (New Avengers, y su hijo Daken en Dark Avengers). y otras chiquilicuatradas como Wolverine: First Class. En cada una tiene una personalidad distinta y todas las apariciones se suelen contradecir unas a otras. A veces se dedica a matar todo lo que se mueve y otras sólo araña un poquito a la gente. Conoce a todo el mundo desde siempre y dice cosas misteriosas y chulas. Es, como decirlo, un puto coñazo. En mi opinión, funciona mejor como secundario de la Patrulla-X que como protagonista, y las películas lo demuestran, donde ejerce de tipo duro, mentor y blablabla, ya que al fin y al cabo gran parte de la gracia de los X-Men es la interacción entre los distintos personajes.

En fin, hasta que nos olamos.

martes, 21 de abril de 2009

Uno que va y dice...

Ese pedazo de enano que llegó, cogió una canica y dijo: "Tengo el mundo en mis manos".


Por cierto, cuando aquí el hijo perdido de la familia Adams, al que desecharon por feo, sí, este señor:


...dice eso de "Hay que incentivar la búsqueda de empleo", lo que quiere decir es dejar a la gente sin subsidio de desempleo para que así tenga que aceptar el primer trabajo de mierda que le ofrezcan. Porque los Hijos de Puta (TM) que saben que en la vida se van a quedar en paro ni les va a faltar el dinero entienden que lo único que hay que arreglar es la cifra que sale en los titulares, no las vidas de las personas.

Y pregúntese, hipotético lector, si el PSOE se acomoda hacia la derecha cada vez que puede, será porque hay hueco, así que ¿dónde está el PP? Pista: más a la izquierda no.