jueves, 27 de marzo de 2008

Las bienvenidas espartanas y los francotiradores de Stalingrado

Hoy, 27 de marzo de 2008 -empiezo a escribirlo hoy y se sube con esa fecha, ignoro cuando lo publicaré o cuando lo leeras, porque siempre escribo muy largo-, un puñado de estudiantes de la plataforma No a Bolonia de la Universidad Hispalense se ha acercado hasta la fábrica de tabacos para dar la "bienvenida" al nuevo rector, Joaquín Luque, que, bueno, viene a ser la opción continuista frente a Miguel Florencio, que quitó el sufragio universal, está vendiendo a plazos cátedras para empresas y más cosas que dan un poco igual porque a estas alturas del partido cualquiera que se acabe poniendo ahí las acaba haciendo.

En el cómic de 300, y vosotros y yo sabemos por qué cambio de tema, un enviado del emperador Jerjes se acerca hasta el campamento griego y Leónidas advierte a sus aliados focenses que le darán una "bienvenida espartana". La misma consiste en un muro construído con los cadáveres de los espías persas que han ido capturando y asesinando desde que se establecieron en las Termópilas, ademas de la amputacion de una mano del susodicho emisario cuando acaba por pasarse de la raya.

300, el comic y luego la pelicula, ha suscitado polemicas de lo mas variopinta entorno a su -inexistente- fidelidad a la Historia y a la supuesta propaganda politica que realiza, en torno a los occidentales/estadounidenses "buenos" encarnados por Leonidas y compañia y los orientales/musulmanes/iranies "malos" representados por el Imperio Persa. Ya he mencionado o enlazado desde este blog, creo, dos articulos que defienden puntos de vista muy diferentes sobre este punto, ambos realizados desde un punto de vista que por llamar de alguna forma llamare marxista: el del filosofo esloveno Slavoj Zizek y el del escritor y activista italiano Wu Ming 1. Como a lo mejor no os apetece leerlos -merecen la pena mas que yo, perros-, hago un resumen.

Slavoj Zizek es sociologo, psicologo y un par de cosas mas, aunque a efectos practicos es el penultimo pensador marxista, de nacionalidad eslovena, formado en la Yugoslavia de Tito, y que en la base de sus teorias reune a Lacan, Lenin y el cine comercial de Hollywood. Durillo de leer en formato libro, sobre todo para los que no tenemos ni pajolera idea de psicoanalisis, se lo lleva mejor en articulos cortos, y es muy dado a analizar las implicaciones de blockbuster tipo 300. En el articulo 'La verdadera izquierda de Hollywood', Zizek planteo que en el fondo del planteamiento de la pelicula -no habia leido el comic- se encontraba un contenido mas subversivo del que la critica desde la izquierda le otorgaba. El Imperio Persa como maquina de guerra implacable, decadente y multicultural en el mal sentido era opuesto a un puñado de guerreros que defienden disciplinadamente su modo de vida, proponiendo su sacrificio como ejemplo para el resto de griegos. En el fondo, sostiene Zizek, subyace la idea de la disciplina y el control del propio cuerpo como el unico arma de que dispone aquel que no tiene nada. La libertad no es un don caido del cielo, dirian los espartanos. La libertad se gana.

Wu Ming es un movimiento dificil de definir. Los cinco autores italianos que lo integran son herederos, en cierta forma, del Luther Blissett Project, una iniciativa de, llamemosla, "guerrilla cultural", que surgio en italiana y se extendio por el resto de Europa en la segunda mitad de los 90. Como teneis el enlace a la derecha y ademas pienso tratarlos en una proxima entrada -que seguramente acabare por no escribir-, yo sigo a lo mio. Lo que interesa aqui es que Wu Ming, entre otras propuestas y contaminados de semiotica de esa, sostiene que los mitos y arquetipos heroicos que se reflejan en cualquier narracion no pertenecen al autor sino a la comunidad dentro de la que se produce esa obra, y que todo autor es colectivo, entre otras cosas. Wu Ming 1 escribio un articulo casi tan polemico como el de Zizek argumentando que defender 300 es puro epater les camarades, y analizando que todo tanto en la pelicula como en el comic y en la trayectoria de Frank Miller sugiere que la primera lectura, neocon, militarista y rozando el racismo, es la correcta.

Me temo que aun encantandome Frank Miller, tengo que darle la razon. El autor de Sin City, Ronin y El retorno del señor de la noche parece moverse en un terreno ambiguo entre la impugnacion del sistema y el conservadurismo policial mas rancio, pero no hay que olvidar nunca que los extremos se tocan y que la extrema derecha es tan partidaria de las revoluciones y de derrocar gobiernos como cualquier aspirante a bolchevique que se precie. En fin, esto lo dice Wu Ming 1 en su articulo. 300, de Zack Snyder, no se parece a la adaptacion que Paul Verhoeven hizo de Tropas del Espacio -que necesite dos ver dos veces para tomarme en serio, lo admito-, en la que parodiaba el militarismo de la novela Heinlein. Este novelista de ciencia-ficcion no era tan diferente de Miller en esa ambiguedad de libertarian, pero no yo tampoco hace falta verlo leer a Aynd Rand para convencerse. Los extremos tienden a tocarse y no existen las obras homogeneas, pero cerradas en si mismas, la "intencion ultima" de los autores en 300 -comic y pelicula- y Tropas del Espacio -solo la novela- es militarista y conservadora.

Por otra parte, y aqui viene cuando me meto en camisas de once varas, no creo que Slavoj Zizek quisiese referirse, pese al titulo de su escrito, necesariamente a Zack Snyder y Frank Miller, aunque parece intuirse que no esta familiarizado con la obra de ninguno de los dos. Mas bien, da la impresion de que Wu Ming 1 decida olvidarse de si mismo y de Umberto Eco, cuyos trabajos los estudiantes de comunicacion a poco que quieran acaban conociendo bien, y que el movimiento Luther Blissett y el mismo colectivo Wu Ming han tenido, de una forma u otra forma, tan presente.

Sin liarme mucho, que cito de memoria y tampoco he leido tanto a don Umberto, esta ya mas o menos aceptado que un texto no cobra sentido completo hasta que el lector se lo otorga. La "negociacion de sentido" eterna entre emisor y receptor se resuelve en base a una serie de factores contextuales, culturales, etc. que influyen en el tipo de lectura que se realice de un determinado mensaje. Eco a veces sostiene que no existen las "lecturas aberrantes" -es decir, inadecuadas- y otras que si, la cuestion podria ser que, en el fondo, son otra convencion, y una lectura no es aberrante en tanto en el contexto de recepcion-asimilacion del mensaje sea "posible". Vamos, que en el fondo depende en un 90 por ciento del lector y el resto de la capacidad de controlar la recepcion del emisor. O no, yo que se.

Menos rollos: lo que usemos del mensaje que 300 intenta enviarnos depende, en ultimo termino, de nosotros. En 1962, con la Guerra Fria en todo su esplendor, Los 300 espartanos, de Rudolph Mate fue interpretado -y lo era- como propaganda antiURSS. Herodoto ya conto la pelicula como le parecio. Cada epoca interpreta la batalla de las Termopilas segun sus terminos, la parodia Casi 300 que acaba de llegar a los cines no es sino la prueba de como puede llegar a asimilarse y reformularse el mensaje.

Wu Ming 1 define la pelicula como una experiencia cerrada, una falange espartana que hay que aceptar y rechazar en bloque. Sin embargo, el proyecto que bautiza a este autor italiano, ¿no surge de la idea de que al final, los mitos no pertenecen a las intenciones del autor sino a un "nosotros" que la comunidad en la que ese mensaje cobra vida? En las llaves del judo, la fuerza del adversario se usa para derribarlo. En la batalla de lo simbolico, donde Luther Blissett o Wu Ming tratan de disputarle la clientela al llamado "pensamiento unico", para la guerrilla no queda otro remedio. Con la demagogia de rigor y la aficion al simil de la cultura pop, citare de memoria al personaje que Gene Hackman encarna en Enemigo publico numero uno, de Tony Scott, cuando alecciona a Will Smith sobre las tacticas de la guerra de guerrillas: "Usas el tamaño a tu favor. Tu eres rapido y ellos lentos, cada vez que das un golpe, usas su material o lo inutilizas, asi que tu ganas y ellos pierden"... a Hackman no le va muy bien, pero no es dificil captar la idea.

¿No es acaso lo que hacian, inconscientemente, los primeros fans de Stark Trek que escribieron los celebres slash, prefiguraciones del fanfiction, en los que el capitan Kirk y Spock aceptaban su mutua atraccion homosexual? El fenomeno del fanfiction o el movimiento fan como participacion activa del lector en la elaboracion de un mensaje que acaba por superar los limites que preveia el emisor forman parte de los experimentos que fundamentan Wu Ming y sus novelas 54 o Manituania. Entre el fandom de los comics Marvel o DC es habitual la sensacion de que determinadas historias "canonicas" que publica la editorial sean consideradas por los lectores como una "traicion" a la esencia de los personaje, de ahi el fanfiction que "corrige" a... ¡los dueños del copyright! Es, en el fondo, toda una idea programatica sobre mitopoiesis, que se realiza inconscientemente y que es la bandera del proyecto Wu Ming: ¡los personajes, los conceptos, no son vuestros, son nuestros! Un narrador colectivo, que es todos y no es nadie, que, al estilo de Pedro Paramo, de Juan Rulfo, surge de las entrañas de la Tierra.

Asi que... ¿que mas da la intencion de Miller? Los que importamos somos nosotros, y como reconducimos la innegable inyeccion de adrenalina que produce la pelicula, con esos malos caricaturescos -"no es con la espada con lo que los tengo subyugados"- y ese homoerotismo para nada subyacente. Al final, no es lo que lees, no es lo sabes, sino para que lo utilizas. Es lo que pregona Zizek, a su manera, recordando como Kung Fu, en los 70, hablaba del propio cuerpo como arma, la ventaja del que no tiene nada. Pero en el fondo, ambos mensajes, ¿no remiten a la violencia?

Atencion, voy a dar otro rodeo, mas pedante e incongruente que el anterior.

El fantasma de Trotsky es hoy el guru de la pseudoizquierda alternativilla de postal. El trotskismo tiene el atractivo del perdedor (Snowball en Rebelion en la granja, La Hermandad en 1984, los poumistas del 37...), ademas del programa sin cristalizar de la revolucion permanente y la promesa no relacionada de un socialismo real menos asfixiante que el capitalismo de Estado de la URSS. Trotsky, que empezo siendo menchevique, es decir, socialdemocrata, fundo el Ejercito Rojo, su revolucion permanente era una Guerra Mundial permanente hasta que triunfase la Dictadura del Proletariado... ¿este es el hombre cuyo legado preferimos al de Stalin?

La dicotomia de la izquierda actual se resume en dos iconos revolucionarios del siglo XX: el Che Guevara contra Gandhi. ¿Alguno de los dos tuvo exito? Es muy discutible, aparentemente no, y su influencia real ha sido minima, ya que sus mensajes fueron fagocitados, masticados y escupidos, hasta el punto de pervertirlos y cosificarlos, por un sistema implacable. Planteemos la famosa dicotomia a lo burro: aparentemente, manifestarse al final nunca sirve para nada. ¿Sera la solucion montar barricadas? De la tirania de lo politicamente correcto no estan libres grupos que se echan a la calle acomplejados de salida por la posible imagen negativa que se vaya a dar de ellos en los medios... y que, a veces, muy en el fondo, la desean, para poder mantener la imagen de marginalidad: el sistema practica la tactica del abrazo del oso, cuando te propone negociar te vampiriza el contenido y te deja con la carcasa de la apariencia. Luego esta el problema de la atomizacion, las microluchas que hacen parecer que solo se quiere "corregir" el sistema en lugar de impugnarlo -odio esas cosas llamadas sentido practico y sentido comun, en serio- y la ausencia de un programa tangible.

Otra pelicula: Enemigo a las puertas, de Jean-Jacques Annaud. Adapta en bonito la leyenda del francotirador ruso Vassili Zaitsev, que durante la batalla de Stalingrado la propaganda rusa convirtio en heroe, apuntando un par de centenares de alemanes muertos. En el film, el personaje interpretado por Jude Law no se cree mucho de la propaganda stalinista, pero su amigo, el commisar Danilov encarnado por Joseph Fiennes, lo convierte en mito, justificandolo ante sus superiores con un razonamiento sencillo: amenazar a los hombres no sirve para que luchen mejor, inspirarlos si.

Wu Ming 1 habla en otro articulo de la celebre argumentacion de Malcolm X a los negros norteamericanos alla por los 60: tu abuelo no iba en el Myflower, tu abuelo era mercaderia, pero tambien tu abuelo era Nat Turner, era Toussaint L´Ouverture... ¿Y nosotros? ¿Quien es nuestro abuelo? ¿Quienes somos nosotros y donde esta nuestra identidad compartida? Nuestros abuelos no eran francotiradores, sentimos el aliento del verdugo sobre su tumba -que diria Reincidentes-, pero nosotros somos los tiradores solitarios de Expediente X, que no tenemos nada mejor que hacer que creer que cambiamos el mundo desde un piojoso blog que solo leen tus cuatro amigos de clase mientras mueven el dedo en circulos a la altura de la sien.

El problema es que, ya desvariando del todo, la falange espartana, como explica Leonidas a Efialtes, basa su fortaleza en que cada hombre protege al de su izquierda con el escudo desde el cuello hasta la pierna. Un solo hueco y se viene abajo. Alexis de Tocqueville gana la batalla desde dentro.

Claro que siempre quedan las bienvenidas espartanas.

lunes, 10 de marzo de 2008

El votante inútil

Lo confieso. Soy un votante inútil.

Desde que tengo derecho al voto, excepto en un par de excepcionales ocasiones y por razones que no veo necesario enumerar, lo he ejercido apoyando a los candidatos de Izquierda Unida. Hace poco una amiga me ha explicado el concepto gringo del yellow dog democratic, votantes del Partido Demócrata tan "cautivos" que admiten que si este presentase a un perro amarillo en sus listas, ellos lo apoyarían. Bueno, a efectos prácticos, yo soy un yellow dog left o algo así, y, desde mi personal e intransferible punto de vista, lo más parecido a un partido de izquierdas que se presenta con posibilidad de representación parlamentaria en España es IU. Perspectiva que me parece muy triste, ya que mi voto útil -entendido éste como votar algo que no te satisface pero te parece lo menos malo, usualmente el voto que migra de IU o formaciones nacionalistas como BNG o ERC hacia el PSOE- es, para más inri, completamente inútil.

Izquierda Unida ha ido descafeinándose a velocidad de vértigo, convertida en un partido que finge ser extrema izquierda cuando es simple socialdemocracia maquillada. Que algunos encuentren sus posturas radicales sólo confirma el desastroso panorama del pensamiento único, el Fin de la Historia, el Apocalipsis de las cacatúas o como lo queramos llamar. PSOE, PP, UPD... se mueven en el terreno del liberalismo matizado, pequeños toques de supuesta ideología que esconden una escandalosa ausencia de diferencias sustanciales. El ecologismo no es una ideología, la socialdemocracia o la democracia cristiana tampoco, son sólo formas diferentes de administrar el sistema de mercado.

Veamos. Desde mi punto de vista el aborto libre, los matrimonios homosexuales y demás soserías no son política, sino código civil. Maquillaje para programas económicos que inciden realmente en cómo vive la gente y qué derechos realmente se le permiten ejercer. Una cosa es lo que ponga la Constitución que podemos hacer y otra lo que los sueldos y la gestión de los recursos del Estado nos permiten hacer. ¿De qué sirve a dos homosexuales poder casarse o adoptar si no van a tener casa donde poder formar esa hipotética familia? La ampliación de los derechos sociales es maquillaje. Incorporar nuevas minorías al capitalismo no lo hace más benigno, sino que lo vuelve más perverso. Ya dijo el profeta que los fanatismos que más debemos temer son aquellos que pueden ser confundidos con la tolerancia.

En cuanto al nacionalismo, los dos partidos regionalistas más fuertes en España, CiU y PNV, son aún más conservadores en lo social -de lo político, que es lo económico, ni hablo- que el Partido Popular. El nacionalismo es otra manera más de administrar el capitalismo y fue lo que mató a la URSS y dio lugar al estalinismo, ejem: convertir la Revolución y la ideología en "cuestión de Estado", supeditada a los intereses de una comunidad concreta, un medio de mantener el poder y no un fin en sí misma. (Constríñase todo esto a mi supina ignorancia). La izquierda, por definición, es internacionalista. El PNV, CiU y demás curiosidades de la ciencia política no deberían gozar de barra libre porque durante el franquismo se proscribiese el catalán y el vasco. Partidos aluvión que concentran votos no bipartidistas, son peligrosos, pero alguien aún más peligroso.

Zapatero es peligroso. No porque vaya a romper España, sino porque no va a hacerlo. Si la diferencia entre Zapatero y Rajoy son los matrimonios gays y el número de becas que se conceden, si los dos van a hablar de conceptos ambiguos de seguridad y de recortes de impuestos, de superavits y de apoyo a las empresas, ¿qué importa? Las becas y las subvenciones no son de izquierdas porque implican que existen servicios por los que hay que pagar y que el Estado sólo tiene que corregir algún desajuste. No garantizan un derecho, lo retiran. El debate no es si se repartan mejor o peor o donde hay que poner el corte sino para qué sirven realmente. El problema es que el neoliberalismo se está poniendo las botas, vamos a pasar de las becas a los préstamos de estudios -es decir, el que quiera estudiar tendrá que hipotecarse, literalmente- y la única solución de la izquierda ha sido tratar de enrocarse en el Estado del bienestar. Puede que el estalinismo no fuese Jauja, pero convertir ahora las tácticas de la socialdemocracia en la panacea no las hace buenas.

El problema es que la época del homo viddens vivimos de imágenes. ZP no va a impedir, por ejemplo, la privatización de la educación pública, ni va a frenar la desnatulización de la vida privada, familiar y laboral a la que lleva el actual ritmo del turbocapitalismo y esas cosas. Pero casará homosexuales y dirá "ciudadanos y ciudadanas" y la supuesta izquierda sociológica -burguesía bohemia que siempre ha comido caliente pero cuyos hijos vivirán hipotecados hasta las cejas- lo votará entusiasmada. ZP pone algo más bajos los listones, pero no los retira. Y somos tan idiotas que nos parece bien, porque lo apoyan Serrat y Sabina, que corrieron delante de los grises.

Pero esos fueron otros. Fue la perversión ad nauseam de la política española porque el feudalismo se prolongó 40 años en pleno siglo XX. No eran comunistas ni socialistas, sólo liberales que reconducían su deseo de oposición por las vías que se les ofrecía, y que así consiguieron descafeinar para siempre un ánimo revolucionario que, aún así, la Unión Soviética había contaminado mucho tiempo atrás. Nosotros somos lo que estamos aquí ahora, y la mayoría ni nos acercamos a corrientes rojas y alternativas porque nos parece ver la escena de La Vida de Brian donde Chapman tiene que ponerse a gritar que el enemigo común son los romanos, porque a veces son niños de papá que fingen ser rebeldes y otras veces gente que parece estar jugando a las casitas, y porque la mayoría sufren de aquello que me gusta llamar el síndorme del último hombre cuerdo en la Tierra, un autoengaño egocéntrico que lleva a pensar que cualquiera que no piensa punto por punto igual que tú es idiota, tal que un Inquisidor del XVI sin mechero a mano.

En fin. Mi ego desmesurado no ha leído lo suficiente de Rosa Luxemburgo o Trostky para saber en que parte del espectro se sitúa, ni para ser capaz de juzgar si los indigenistas de Latinoamérica son el socialismo del siglo XXI o la simple incorporación de sus comunidades al gran juego. Tampoco está tan imbuido de autosuficiencia post-Transición o de adoración a Fukuyama como para sonreír de medio lado al nombrarlos. Gasto dinero como un perro, vivo mi vida, caigo mal a los alternativos, voy a manifestaciones y me desespera la aridez política del panorama. Hablando en plata, que las elecciones no habrían servido absolutamente para nada aunque Izquierda Unida hubiese obtenido mayoría absoluta, porque la voto por ser lo menos malo. En fin.