domingo, 19 de julio de 2009

Contra Strangers in paradise


[NOTA: Ojo, spoilers]

Strangers in paradise
, publicada entre 1993 y 2007, fue una serie de cómics escritos y dibujados por el norteamericano Terry Moore a caballo entre las editoriales Antarctic Press, el sello Homage Comcics y su propia compañía, Abstract Studio, en tres volúmenes, el primero de 3 números, el segundo de 13 y el último de 90. En españa, Norma editó la colección completa en 7 tomos entre 2005 y 2008. Para más información sobre la colección y la vida y milagros de Terry Moore, aquí os enlazó un artículo de los de Zona Negativa. Tiene el defecto de que no aparece adornado por mi opinión, eso sí.

Strangers in paradise, ganadora de múltiples premios y cienes de reseñas laudatorias a poco que "googleeis", se considera el paradigma del "slice of life" -supongo que "deslizar de la vida" es la mejor traducción que me sale-, género que consiste pues, básicamente, en ver lo que les pasa a los personajes en su vida cotidiana, y tal. Supuestamente pertenecerían al género Seinfeld y Shin Chan, al menos según wikipedia. En lo que a cómic se refiere, se trata de culebrones como Sip y un montón de historias autobiográficas, esto, peregrinas. En España lo solemos llamar cine de autor. O "novelas de Javier Marías". En literatura también están los relatos de Raymond Carver o Lorrie Moore (¡sincronicidad!), con sus historias de divorciados y cuernos y tal.


Los protagonistas son Francine, tópica chica con problemas de autoestima por su supuesto sobrepeso con tendencia a echarse novios capulletes; Katchoo, su mejor amiga desde el instituto que está enamorada de ella hasta las trancas nada en secreto, y David, un chaval chino que pasaba por allí y se enamora de Katchoo, la cuál, lesbianérrima hasta entonces, no sabe muy bien qué pensar de sus sentimientos hacia él. A partir de ahí, y con su propia nube de secundarios, se desarrolla un argumento mitad drama mitad humor absurdo que camina en paralelo a una historia de "conspirasiones" que a veces lo complementa y otra le sienta como a un Cristo dos pistolas. En fin.

Strangers in paradise le debe mucho, intuyo que de manera muy consciente por parte de Terry Moore, a Locas, otro "slice", pero este aderezado de ciencia-ficción desbocada, y no de "cospirasiones", obra de Jaime Hernández, que es como diez años anterior y aún colea. De hecho, Francine y Katchoo son versiones noventeras -y suavizadas- de Maggie Chascarrillo y Hopey Glass, las heroínas punk del blanco y negro nacidas en la revista Love&Rockets, título que supongo que deja las cosas claras. Debo decir que las comparaciones son odiosas. Sobre todo porque Locas, con todo su delirio punketa de hace treinta años y sus tics y su surrealismo sin complejos, se come con patatas a Sip a todos los niveles, tanto en el dibujo -y en la narrativa ni te cuento- como en el argumento, tanto en el "slice" como en el "no slice". También bebe de Peanuts, y en el dibujo, de Archie. Pero esos me resultan más indiferentes.


Porque lleguemos al meollo del asunto. A qué tengo yo contra Strangers in paradise, cómic del que debo decir que me he calzado los más de cien números de los que consta en la lengua de Shakespeare, cosa que no hago a menos que me interese lo que estoy leyendo, así que en general, he de decir que me ha gustado. Claro que también me gustan las películas de Bud Spencer y Terence Hills y no voy a pretender que sean HARTE, ¿verdad? Y me encanta ver fútbol, -sobre todo rajar de- pero soy consciente de que la mayoría de los futbolistas son un montón de niñatos -muchos tienen mi edad, ergo- millonarios encocados y puteros. Porque una cosa es comer chocolate y otra pretender que no se vaya a las cartucheras, y a quién a buen árbol se arrima ajos come, ¿fale?

Entonces, ¿qué tengo en contra de Strangers in paradise? Hagamos una lista, de esas que molan:

1) "Slice of cospirasiónnnn!!!". No es que yo sea un entusiasta del género, pero el segundo volúmen y buena parte del tercero se dedican a "la cospirasión", que en ocasiones hace avanzar las relaciones entre los personajes, pero en otras las desvirtúa completamente, en plan "Leia es tu hermana", y que provoca un choque de tonos con las comeduras de tarro de los personajes que sólo se salva por las salpicaduras de humor absurdo que sabe administrar Terry Moore. Más o menos. Casi al final hay una revelación sobre Casey -una supuesta secundaria de esas sin las que no concibes la serie- completamente gratuita y que, o yo soy tonto o no se había sembrado para nada previamente, por lo que queda aún peor. Da para una escena buena con cierta moraleja que supone la definitiva redención, dentro de su capullez, de Freddie Femur, ex-capullete de Francine sin cuyas peleas con Katchoo tampoco soy capaz de imaginar Sip, pero coño, ¿no había otra manera que enmierdando a uno de los personajes aún medio ingenuos? ¿Francine había de ser la única "virgin princess"?


2) "Slice" 90210. Hace poco pude ver un capítulo de Gossip Girls. Como Sensación de vivir, Melrose Place o Orange County, tiene un problema gordo. Es una serie dedicada a, supuestamente, criticar el mundo irreal en el que viven los ricos, casi siempre usando a un "personaje persona normal" como punto de vista. Pero divide al resto en buenos y malos -los que aceptan al prota "aunque sea pobre" y los que no-. Y eso es un fallo. A partir de cierto número de ceros en la cuenta corriente dejas de ser buena persona y no puede protagonizar un "slice of life" porque no vives una vida, vives otra cosa de ciencia-ficción que no se sabe lo que es. En Locas, Maggie, Hopey o Ray tienen que trabajar para vivir, a veces los despiden o desahucian -Maggie acaba teniendo que volver a vivir a casa de su tía cuando se queda sin dinero- y las suelen pasar bastante putas, hasta el punto de que Hopey vive un tiempo en la calle. Y sus trabajos ya adultas no son precisamente glamourosos.


En Strangers in paradise... eh, ¿de qué cojones trabaja Francine, que es a la única que vemos acudir a una entrevista? No, en serio, ¿qué es lo que hace, si aquello es una oficina genérica llena de encorbatados? Freddie y Brad, dos personajes, sobre todo Brad, más bien secundarios, son los únicos con empleos reconocibles: abogado y médico. Toma ya. Katchoo se convierte en estrella del HARTE con sólo dos exposiciones o así, y gana rápidamente lo bastante como para montar su propia academia y... vivir del cuento, vaya. Y David... mejor no hablemos de David. Vale que con lo que se identifica el lector, ejem, blanco primermundista de profesión liberal es con la interacción emotiva de los personajes pero, en fin.


Vale. Katchoo, como Hopey, también vivió en la calle. O algo así, que tampoco lo llegamos a ver ni en flashback. En fin, que hasta para ser put... digo, call girl, lo fue de lujo. En Sip no hay pobres. Como en la mayoría de muy realistas "slice of life" o en los relatos de divorciados de Lorrie Moore (¡serendipia!) y Raymond Carver. Qué alguien me los compare con Zola. Venga, hacedlo. Venga.

3) "Traumauras". Todos los personajes tienen alguna especie de trauma infantil. Bueno, todo el mundo los tiene, vale. Los de Francine son hasta vulgares desde el punto de vista de la historia, cuando en los flashbacks al instituto la vemos agobiada porque, bueno, se quedo en pelotas en el escenario durante la representación de una obra escolar, y de repente aparece Katchoo bajo su ventana con un problema de verdad y tal. Pero coño, es que aunque todos acaben arreglando más o menos sus vidas con mucho amor, comprensión y polvetes ocasionales, algunas cosas tienen tela: si tu padrastro te viola, acabarás metida a puta... si tu padre se marchó de casa, acabarás convertida en una insegura patológica que se deja mangonear por los tíos... si tuviste anorexia y se metían contigo en el instituto, serás otra insegura que se operará hasta las pestañas...


Vale, soy un cabrón exagerado, pero no me he inventado nada, sólo David es equilibrado y porque es un cristiano "born again" -aunque bastante liberal, por eso de las lesbianas y los tríos-. Pero las conclusiones sobre las consecuencias de los divorcios y maltratos en la niñez, etc., se están convirtiendo en una especie de discurso de fondo en la ficción -y la ficción es la forma en la que asimilamos el mundo- muy a lo "hazteoir.org", en la que la única manera de ser feliz es haber tenido o acabar teniendo una familia de papá-mamá-niño-niña. El final de Sip es eso con lesbianas, aunque por el camino se dejen algunos tríos y se abogue por la libertad sexual y eso (una de las formas de ocultación del "profachismo", por cierto). El "hype progre" que tenía con esta serie era muy grande, así que quizás por eso me han chirriado.


Está claro que no llega al abyecto nivel de "cuelo un mensaje retrógrado bajo un maquillaje provocador" visto en, yo que sé, Californication, por ejemplo. Sip se cree sus propias arengas sobre el amor y la amistad, que están muy bien. Y aún así, aún así...

4) Me cago en las tensiones sexuales no resueltas. Si Francine y Katchoo se enrollan en el primer número, entonces no hay serie, de acuerdo. Y las relaciones entre las personas normales son, casi siempre, repetitivas y cíclicas, metiéndose en los mismos callejones sin salida y toda la pesca. Por eso funciona Sip y su triángulo Francine-Katchoo-David, por reflejarlo. Y julandroneces como Lost in traslation lo clavan por eliminar el sexo de raíz. Sin embargo, no hay manera de que dejen de ponerme de los nervios. El mismo guión de Sip admite que es ridículo que Francine y Katchoo no consumen, por muchas dudas que tenga la primera.


5) Perdón por ser hetero. Sólo hay un hombre heterosexual reflejado de manera inequívocamente positiva en todo el cómic: David, el "born again" de veleidades "zen new age". Todos los demás -Freddie, Brad y otros ex de Francine-, son unos capulletes. Freddie consigue redimirse dentro de su propia capullez. De hecho, el tipo es de una capullez tan ingenua y natural que consigue caerte bien -al menos a mí- de lo honesto que resulta, no como todo el resto de hipócritas pellizcacristales, incluídas las lesbianas.


Lo de Brad, marido rebote de Francine (SPOILER GORDOS), es de traca. Es decir, habría sido muchísimo más honesto que ella lo dejase, en plan Las Horas, al llegar a la conclusión de que aunque la quiere y es buena persona, ella no le corresponde y nunca serán felices. No por un muy vulgar asunto de cuernos en el que Brad se defiende muy capullamente. Francine debería haber abandonado la relación "normalizada", embarazo truncado incluído, por no ajustarse a lo que ella sentía o necesitaba, no, simplemente, porque no funcionase como se supone que debía. ¿Si hubiese tenido el crío o Brad fuese el marido perfecto habrían envejecidos juntos? ¡Katchoo y "lesbianizarse" son su plan B! (Sí, sí, la explicación del cómic es más compleja. Ve a comprarte el último número de Cahiers du cinema o Zero y déjame en paz, coño).


Terry Moore, el autor, que yo sepa, es heterosexual. Entonces, tengo dos preguntas. ¿Por qué cuando un autor hombre heterosexual quiere hablar sobre "la homosexualidad" o usar personajes homosexuales -y recordemos que en EEUU el tema no se puede tratar con tanta normalidad como en España, y que aquí todavía algunas gilipolleces hay que aguantar- en el 90% de las ocasiones usará mujeres, salvándose honrosas excepciones como Brokeback Mountain? Y segundo y no menos importante, ¿por qué los autores hombres heterosexuales sienten la necesidad de retratar a sus congéneres cómo a un montón de capullos inmaduros? En serio, que poco antes de calzarme el final de Sip leí el cómic franchute Pequeños eclipses, una especie de "slice" sin ese nombre (luego vuelvo con eso) ¿no hay mujeres que pongan los cuernos? ¿En una ruptura la culpa siempre es del tío?

(Otro "hetero positivo" es el detective Walsh y su bigotazo sin complejos, pero es que no le dejan participar en los complicados "polígonos amorosos" de la trama, al pobre, con la gran pareja que habría hecho con Tambi).

6) Si lo escribe un francés no lo lee ni su padre. Igual que le pasaría a Lanfeust si lo dibujase Jim Lee, probablemente. El "slice" como género es un invento gringo, porque en Europa esas cosas de contar la vida de la gente normal se ha hecho siempre. Esto no es en plan "que guays somos los europeos y que lerdos los yanquis", es una constatación, en EEUU a partir de los 50 se entiende que cómic es equivalente a superhéroes y que todo lo que no sea eso es "hindependiente" -aunque lo publique una filial de la Warner- o "junderground". De hecho, así era en los 70 y primeros 80, luegon son las mismas editoriales de los superhéroes colándonosla doblada poniéndole esas etiquetas a lo que publican. Así que cuando se marcan alguna obra maestra o algo parecido, lo venden a bombo y platillo y todo el mundo se hace pis encima encumbrándolo a los altares. Aunque no te dé nada que no podrías encontrar en casita, y más barato. Como con el cine o el fútbol, vaya. Ojo, igual o más estúpido es ir calificando cosas sin leerlas porque son "cultura basura yanqui".


Aighs. Si has llegado hasta aquí, te pongo en mi testamento, pero no te emociones, heredarías la hipoteca de mis padres y un par de tintines, a lo sumo.

Debo repetir que Strangers in paradise me ha gustado. Me he reído -hasta con la parodia de Xena-, se me ha cogido un pellizquito en el estómago cuando tocaba y me he pasado números y números acabando por odiar a Francine. Y sé que los personajes tienen reacciones muy humanas y reales. Reacciones muy humanas y reales de clase media-alta blanca norteamericana, eso sí -ya sé que David es oriental, hace cosas zen-.

Sólo he escrito todo esto para demostrarme a mí mismo que no asumo acríticamente cualquier cosa que "me guste". Y porque, por si no os habéis dado cuenta, disfruto escribiendo estas cosas. Y leyendo comentarios. Ay.

2 comentarios:

maria gonzalez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Larisa Tapia dijo...

La verdad leí esto porque estaba esperando una opinión sincera de Strangers in Paradise. Llego algunos años tardes a leer esto, pero hace poco compré el primer número.
Normalmente no me gustan, odio, los triángulos amorosos, pero me comentaron que esta historia valía la pena.
Por la química que tienen (Por lo menos en el primer número), me gustaría que Katchoo y Francine terminaran juntas (De hecho, descubrí que así fue pero al parecer sólo porque murió David y el esposo de Francine la engañó... Eso me pareció muy barato, de hecho).

Por lo pronto, se ve interesante, pero sinceramente no sé si valga la pena mi dinero.

Gracias por haber escrito la reseña cn todo y spoilers (Que muchas veces son necesarios)

PD: Espero estar en ese testamento.