martes, 9 de octubre de 2007

Qué eres más tonto que un creacionista


Hace unos días, el Consejo de Europa decidió lanzar una muy seria advertencia a los 47 países que lo conforman. El creacionismo está empezando a dejar de ser una cosa exótica de los estadounidenses que nos sirve para mirarlos por encima del hombro en las reuniones de la ONU y amenaza con instalarse en el viejo continente, pretendiendo postularse como tema serio de debate su entrada en las escuelas a la misma altura que la Teoría de la Evolución de Charles Darwin. Escalofriante.


Por si alguien no lo sabe y para cumplir la labor de servicio público que me he autoimpuesto con este nuestro blog, haré un breve apunte sobre el creacionismo. El creacionismo es la tonteoría que pretende probar con evidencias científicas o algo así que el hombre fue creado por Dios y que la Teoría de la Evolución es un bulo. También se lo conoce, a veces, como Teoría del Diseño Inteligente, que adopta una forma ligeramente más sutil. En la primera versión, a lo bruto, el Génesis es literal: Adán y Eva existieron, los dinosaurios se extinguieron a causa del Diluvio Universal, etc. En "la del diseño", se intentan buscar pruebas de que, tras el proceso evolutivo científicamente demostrado, se encuentra una "voluntad superior" inominada, es decir, Dios. Y, con todo, todos se quedan cortos en tontería, que algún predicador del XIX llegó a afirmar que probablemente los fósiles fuesen introducidos por Dios en las rocas para poner a prueba la fe de los hombres. Guay del paraguay.

En EEUU lo del creacionismo es un problema ciertamente grave. Existe una aberración llamado el Museo de la Creación donde se presenta la existencia de Adán y Eva como hechos científicos probados, así como la coexistencia del hombre con los dinosaurios (a los que, por cierto, la Biblia no menciona, así que no sé de donde salen las pruebas que lo apoyen). También, si vas andando por la calle y te ven cara de hispano te pueden encajar algo como esto, que por supuesto tiene versión en inglés, faltaría más. En algunos estados se enseña en los colegios, siendo obligatorio por ley que se le dediquen las mismas horas de enseñanza que a la Teoría de la Evolución. Y más barbaridades que seguramente se me escaparán. Uno de sus principales defensores, por cierto, es nada más y nada menos que el Ranger Walker, el artista de la pista, Chuck Norris, candidato al actor más inexpresivo en dura competición con su antítesis, el budista Steven Seagle.


Pero, como avisa el Consejo de Europa, no es cosa sólo de los estúpidos hombres blancos al norte del Río Bravo. El enemigo ya lo tenemos en casa, formado por los fundamentalistas cristianos -ya sean católicos o herejes- de toda la vida y las oleadas imames inmigrantes dispuestos a dar por saco al grito de Inch Allah! . ¿Exageraciones? Cada semana en XLSemanal, que reparte el diario ABC, publica una columna de opinión el ínclito Juan Manuel de Prada, tertuliano de Qué grande es el cine y novelista receptor de diversos premios, aparte de militante capillita. Hace poco más de un año publicó esto.


Otro ejemplo de idiotez en castellano, llegada desde México, aquí. Me encanta la parte en la que dicen que mucha gente acepta una teoría tan endeble como la de la evolución sólo porque es lo único que sustenta ideologías como el nazismo, el comunismo, los derechos de los homosexuales o la liberación femenina. Todo en el mismo paquete. Cágate, lorito.

El creacionismo es considerado por la comunidad científica como una creencia pseudocientífica, es decir, que se disfraza utilizando un discurso parecido al de la ciencia para conseguir legitimidad, pero carece de fundamentación metodológica. El creacionismo es el pataleo del fundamentalismo religioso por su pérdida de protagonismo en la supuesta edad de la razón. Un artículo sobre el tema aquí.

Sobre la fiabilidad del Génesis, ya que estamos, la mayoría de los historiadores sostienen que no pudo ser escrito antes del 800 A.C., año arriba año abajo, siendo muy posterior a las fechas que se atribuyen a la vida de Moisés, que según los fundamentalistas cristianos escribió los cinco primeros libros de la Biblia al dictado de Dios. Harold Bloom, estudioso y crítico literario más famoso por su polémico canon y sus trabajos sobre Shakespeare, lo situa en el reinado de Salomón y atribuye su autoría -con muchas reservas- a una mujer, que especula algo fantasiosamente con que fuese Betsabé, la reina madre. Según Bloom, y la teoría tiene su miga, con los reinados de David y Salomón, primeros reyes de Israel según la tradición y la Historia, unificadores de las tribus semíticas, comenzó un cambio religioso en la Palestina de la Antigüedad que llevaría a abandonar un primigenio culto matriarcal dominado por sacerdotisas para abrazar el nuevo dios patriarcal, Yavhé. En la lejana Antigüedad la mayoría de los pueblos mesopotámicos -e incluso Grecia y Roma más tarde- adoraban a una Trinidad presidida por un dios varón -Yavhé en el caso judío- y completada por sus dos esposas, una maternal -Eva- y otra guerrera -Lilith-.

Es enredar demasiado explicar mucho más todo esto, que además no viene al caso, pero baste decir que, según Bloom, el Génesis sería una obra burlesca diseñada por una de las últimas sacerdotisas, Betsabé, con la que casó David para legitimar su nuevo gobierno patriarcal, más tarde censurada por los sacerdotes del nuevo dios durante las reformas religiosas del rey Josías, uno de los sucesores de Salomón. Francamente, aunque no está comprobado -y es poco probable, si no imposible, que así sea algún día-, sería un puntazo. Recomiendo la lectura de Rey Jesús, de Robert Graves, autor de Yo, Claudio, manual de herejía para aficionados que debería leerse el tontolaba de Dan Brown.

Y nada más, amigos. No olviden supervitaminarse y supermilenarizarse.

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