martes, 28 de julio de 2009

Tim, tú antes molabas


Querido Tim Burton:

¿Qué te ha pasado, tío? ¿Por qué de ser un tipo enrollado y original, asín en plan "me la suda que existan los peines", has pasado a convertirte en el rey de los niñospena? ¿Es porque Michael Keaton ya no te habla? ¿O es que mantener la familia de pequeños monstruitos góticos que has tenido con Helena Bonham Carter requiere de las ingentes cantidades de pasta que sólo los muñequitos articulados pueden darte?

No me saltes con que tú eres un artista y no te gusta el dinero, no le sirvió a George Lucas, ni siquiera a Brian De Palma, así que a tí menos todavía. Te vas arrastrando por ese Hollywood de Dios buscando historias que adaptar a la estética "gótico-chillona" que has acabado desarrollando. ¿No tuviste bastante con Sleepy Hollow?

Eres una caricatura de tí mismo, tío. Hay más actores en este mundo aparte de Johnny Depp. Y más actrices además de tú mujer. Si te pone maquillarla para que parezca un cadáver o vestirla de mamarracho, hacedlo en la intimidad de vuestra mansión o gruta o dónde sea que viváis, probablemente durmiendo colgados del techo y envueltos en vuestras propias alas.

Joder, tío. Estás consiguiendo que retroactivamente dejen de gustarme Eduardo Manostijeras -que al menos admitirás que plagiaste de la trilogía Eduardo Manospenes- y Pesadilla antes de Navidad. Nolan se ha comido tus dos Batmans, los has digerido y cagado, sólo los sigue salvando Michelle Pfeiffer envuelta en cuero, y te aseguro que el mérito no es tuyo. Que todos nos acordamos de El planeta de los simios y Mars Attack, campeón.

En serio. ¿Qué vas a adaptar ahora? ¿A ver qué tiene Poe por ahí? ¿Una versión gotiquilla del Dr. Jeckyll y Mr. Hyde con Danny DeVito como Mr. Hyde, Johnny Depp como su boticario y ya te inventarás algo para tu señora? ¿Estas cosas son de genio? Tienes el ordenador puesto en mezclar verde pistacho con blanco cadáver apagado y luego pones a Johnny Depp a pegar saltos delante de una pantalla azul.

Lo mejor de todo es que ahora llenas muchos más cines que con Eduardo o Batman. Y tienes muchos más fans descerabrados, que consideran que cualquier mierda tiene justificación artística si pones a Depp con un sombrerito gracioso y suficiente maquillaje -que luego el muñeco de turno reproducirá con todo detalle-. Con el pastizal que mueves y te siguen llamando "original" y "extraño". Si se te ve venir desde lejos y te has vuelto más predecible que el editorial del MARCA.

Felicidades, hombre. Felicidades. Qué a Hollywood le aproveche tu alma.

Sin acritud.

El Advenedizo.

viernes, 24 de julio de 2009

¡Viva Espiña!

Uno de esos días tontos en los que uno está escribiendo un ensayo sobre fanfiction, nuevas tecnologías y el día que George Lucas leyó la parte de atrás de la sobrecubierta de un libro de Joseph Campbell, me encontré con un enlace a esto. He de admitir que al principio sonaba estreñido, incluso en los párrafos de "¡malditos separatistas!", pero el texto me atrapó en su segunda parte, la de "Déjame decirte que a Ejpaña llego la Kultura antes que a ninguna parte en Heuropa, llegó desde Grecia...". ¡Jal!

Seguro que algún día haciendo zapping o intentando ver al Ranger Walker tropezasteis con la serie Siete en el paraíso, que TetaCinco ha tenido a bien repetir desordenando los capítulos durante los últimos años. El argumento era sencillo: un pastor protestante de alguna confesión sin especificar para no perder audiencia potencial tiene siete críos, a cada cual más tópico, hecho que da lugar a toda clases de situaciones en las que él y su muy operada esposa quince años mayor demuestran lo que es auténtica pedagogía cristiana en este mundo locos de hoy donde la gente fuma porros y es promiscua. También es la serie que dio a conocer a Jessica Biel.

En fin. En uno de esos capítulos aparece por allí uno de los abuelos, padre del sacerdote, creo recordar, y militar retirado. Coge por banda, para darle la charleta, a Lucy, la hija mediana, adolescente "rebelde" con tendencia a contestar y echarse novios que fuman porros y le tocan las tetas -esto no sale, pero digo yo que por lo menos lo intentarían, los chavales-. La cosa es que el abuelo le come el coco con lo importante que es tomar decisiones en la vida y le suelta (cito de memoria): "por ejemplo, durante la guerra, cuando el presidente Nixon decidió invadir Camboya -atríncame la ...., pensé yo-, creo que fue una decisión muy valiente. El enemigo se pasaba al otro lado de la frontera y preparaba sus armas, y nuestros chicos podían verlos pero no les dejaban hacer nada, y la decisión del presidente salvó muchas vidas". A lo que la mongola de Lucy responde: "Guau, abuelo, no lo sabía, en el colegio no nos explican cosas tan guays como esa".

Entonces, lo que decía, el párrafo este: Los españoles supimos luchar incansablemente durante 8 siglos para recuperar nuestro país y nuestra libertad de los árabes, salvamos a Europa del islam en Lepanto y tuvimos el honor de descubrir el Nuevo Mundo. Fuimos los primeros en dar la vuelta al globo y hemos logrado casi mantener nuestras fronteras inalteradas con Francia y Portugal durante 6 siglos.

Me encanta el "casi" ese, supongo que va por Olivenza y los por las tajaditas que fue dando por el norte Francia durante tres o cuatro siglos -a puntito estuvieron de anexionarse Cataluña, coñazo nos hubiésemos ahorrado- hasta que se jartaron y empezaron a colonizar África. Los de los "8 siglos" combatiendo a "los árabes" para "recuperar nuestro país" me encanta, es una especie de muestra sicalíptica de historia-ficción y presumir de la propia ignorancia y poca vergüenza digna de elogio. No, en serio. Muchos historiadores critican el mito guay de la progresía de que fue una época de convivencia y buen rollo, que es evidente que no, pero pretender que se trató de una guerra sostenida de "españoles", asín, en bloque, contra "invasores árabes", es una barbaridad torticera, una estúpidez de marca mayor, vamos. Para empezar porque los españoles, llamados así, no existían casi ni como concepto y se pasaban tanto tiempo abriéndose la cabeza entre ellos como contra los "invasores árabes", que ni eran todos árabes ni creo que se los pudiese considerar invasores a partir de cierto punto. Quiero decir, ¿en qué momento los visigodos dejaron de ser bárbaros que habían invadido una provincia romana y se convirtieron en "españoles" y de qué manera, que no les salió a "los árabes", que "estuvieron" el doble de tiempo en "España"?

Tiene gracia porque precisamente la derechona suele ser la que se queja del asquete de sistema educativo que se gasta este país (¡No se dice "este país"! ¡Se dice Espiña!), y que si no se aprende Hijtoria y blablabla... Pero coño, ¡si os conviene para que la gente se pueda creer este montón de tópicos giliflautas! Más allá del absurdo de decir que existen nacionalismos "buenos" y nacionalismos "malos", gilipollez que cumplen tanto la derecha como la izquierda, amar lo propio, el "interismo", como decían los dos pishas de Esto ya no es lo que era, digo yo que debería significar ser ecuánime, no medio tonto. Esto del "patriotismo constitucional" es lo que tiene, que se empeña uno en crearse una leyenda negra del verrés, y ahora resulta que Isabel y Fernando -que tampoco montaban tanto- no echaron a moriscos y judíos, sólo los invitaron amablemente a marcharse, que Carlos I se sentó a debatir con los líderes de las Comunidades de Castilla sus demandas pero es que eran más intransegentes que Comisiones Obreras y que Felipe II era un adalid del derecho de los padres a elegir la educación (católica) de sus hijos. Y mejor ni hablemos de Lepanto, que ya me lo estoy imaginando en cine en plan 300, probablemente por Jose Luis Garcí. Qué batalla en defensa de los derechos y libertades democráticos fue aquella, coño.

Ojo. Todo esto no quita que la guarra de Isabel -está comprobado que no se lavaba- y el trilero de Fernando -que le inspiró El príncipe a Maquiavelo, no se les olvide- fuesen los estadistas o cómo se diga más grande de su tiempo y que tuviesen cada testículo más grande que el otro -Isabel también-. Ni que Chuck I de Espiña y V de Alemania fuese, en su contexto, un humanista y un hintelectual, bastante más presentable que casi todos sus reyezuelos contemporáneos, como Henry VIII y François I, dos pedazos de pichafrías. Ni que Felipe II era un tío calmado y más listo que el hambre, no cómo el supervillano que sacan en insultos a la inteligencia como Elizabeth. Ni que en Lepanto al turco se le dio fuerte y flojo, con un buen montón de galeras venecianas y del Papa apoyando, pero con la infantería española comiéndose tol centro de la batalla y Don Juan de Austria -a la sazón hermano putativo del rey, es decir, que estaba allí de mandamás por enchufe, algo muy español- fue el que tuvo la inspiración estratégica para ganar en inferioridad numérica.

Por que eso sí, y me vais a permitir el desbarre a los pererreverte, si ser espiñol es reconocerse aunque sea de lejos en esos cabrones bajitos, morenos y con mala leche repartiendo estopa por esos mares perdidos, o esperando en Villalar a la carga de la caballería imperial y otras soserías, entonces yo soy espiñol. Y si ser espiñol es celebrar los triunfos de La Roja -no sé si alguien lleva captando la ironía poética de llamar así a La Furia-, entonces yo soy espiñol. Y si ser espiñol es esperar a la mínima para poner a parir a tu vecino y abrirle la cabeza si hace falta, entonces yo soy espiñol -y "los árabes invasores" que estuvieron aquí ochocientos añazos también, porque pasaron más tiempo peleando entre ellos que con "los españoles"-.

Así, que hermanos, vociferen conmigo:

¡Viva Honduras!

Digo, perdón, no, no...

¡Viva Espiña!

lunes, 20 de julio de 2009

¿"Atacar desde lejos" es a cinco kilómetros de la meta?

Es que lo he escuchado está mañana y me he hecho sangre en la trompa de Eustaquio intentando comprobar que no he oído mal. Para el que no le guste el ciclismo -esto es, el Tour de Francia-, ayer el español Alberto Contador se colocó líder de "la ronda gala" atacando al pelotón y a su compañero de equipo, el que se llama como el primero que piso la luna, a unos cinco kilómetros para el final en llegada en alto. Cinco kilómetros de unos 207,5 que tenía la etapa. Vale que empinados valen doble y que a ver si tengo huevos yo de subirme a la bici y currarme sólo ese trecho, sin los 202,5 previos en las piernas, pero en fin.

El dopaje ha hecho mucho daño al ciclismo, eso está claro. Le quita la gracia sentarse a ver el Tour o la Vuelta si vas a estar temiendo que al favorito y su equipo entero igual los descalifican al día siguiente por dar positivo de pollardonoda o algo así, o que a lo mejor un mes después de que acabe la carrera le quitan el título al campeón, como de hecho pasó en ambas carreras hace un par de añitos. Ojo, ESO es lo que le quita la gracia. No que se dopen, que el pressing catch goza de gran audiencia. Porque si todos van igual de dopados, la competición no se adultera. De hecho, los pasados diez o doce años incluso tuvo más merito, porque vistas las investigaciones, iba dopado todo el mundo menos Armstrong. Cosas de la quimio.

Me la suda si se dopaba, mi puto ídolo.

Pues eso, que el dopaje ha hecho mucho daño, pero más la estrategia. Este año me he vuelto definitivamente antipinganillo. Menudo truñaco de etapas. Peor que en la etapa Armstrong, cuando ponía a tirar a sus dopados gregarios para seleccionar el pelotón y luego, él, el único no dopado, se lanzaba al ataque humillando al dopado Ullrich. Con el US Postal, luego Discovery Channel, aprovechando su manifiesta -y dopada- superioridad para controlar al milímetro cada etapa. El equivalente al catenaccio en ciclismo.

De lejos, señor Perico Delgado, que le oí en Teledeporte -ya no ponen el Tour ni por La2, RTVE como te odio-, le atacaba Chiapucci a Indurain cuando usted todavía iba en el pelotón. De lejos le atacaba el dopado Pantani -qué grande eras, Pirata- al dopado Ullrich desde el Galibier. Desde lejos atacó Javier Otxoa -qué grande sigues siendo- para coronarse en aquella gloriosa etapa con llegada en alto en Hautacam. Desde el puñetero kilómetro 50 con más del triple por delante. y cuatro puertos que incluían el Aubisque y la susodicha llegada en alto. Desde lejos atacaba hasta la dopada maricona de Virenque (a veces).

Javier Otxoa entrando en la leyenda en Hautacam.

No ayuda la manera en que lo está no-televisando RTVE, que antes pone el motociclismo a la vez en La2 y Teledeporte que hace un seguimiento en condiciones a los Alpes, o la Copa David en La1 y Teledeporte en el caso los Pirineos. Ni que los dos favoritos estén en el mismo equipo, que encima es el mejor del pelotón con mucha diferencia -¿cuál sería el segundo? ¿Cerveló, Saxo Bank?-. Pero el puñetero pinganillo y las estrategias, que hacen que sepas que las escapadas siempre las alcanzan antes del último puerto y que no va a haber ningún ataque decisivo hasta los últimos diez kilómetros, eso sí que hace daño. Lo pones a partir de las cuatro y media porque sabes que es lo único que cuenta.

Claro que luego saldrán Leblanc y algún otro diciendo que hacen falta corredores mediáticos para atraer al público. Da igual que la carrera sea un truño, la cosa es que hagan bonito en la foto. Por supuesto.

¿Alguien ha visto a las gemelas Olsen? A la que sea, yo tampoco las distingo.

domingo, 19 de julio de 2009

Contra Strangers in paradise


[NOTA: Ojo, spoilers]

Strangers in paradise
, publicada entre 1993 y 2007, fue una serie de cómics escritos y dibujados por el norteamericano Terry Moore a caballo entre las editoriales Antarctic Press, el sello Homage Comcics y su propia compañía, Abstract Studio, en tres volúmenes, el primero de 3 números, el segundo de 13 y el último de 90. En españa, Norma editó la colección completa en 7 tomos entre 2005 y 2008. Para más información sobre la colección y la vida y milagros de Terry Moore, aquí os enlazó un artículo de los de Zona Negativa. Tiene el defecto de que no aparece adornado por mi opinión, eso sí.

Strangers in paradise, ganadora de múltiples premios y cienes de reseñas laudatorias a poco que "googleeis", se considera el paradigma del "slice of life" -supongo que "deslizar de la vida" es la mejor traducción que me sale-, género que consiste pues, básicamente, en ver lo que les pasa a los personajes en su vida cotidiana, y tal. Supuestamente pertenecerían al género Seinfeld y Shin Chan, al menos según wikipedia. En lo que a cómic se refiere, se trata de culebrones como Sip y un montón de historias autobiográficas, esto, peregrinas. En España lo solemos llamar cine de autor. O "novelas de Javier Marías". En literatura también están los relatos de Raymond Carver o Lorrie Moore (¡sincronicidad!), con sus historias de divorciados y cuernos y tal.


Los protagonistas son Francine, tópica chica con problemas de autoestima por su supuesto sobrepeso con tendencia a echarse novios capulletes; Katchoo, su mejor amiga desde el instituto que está enamorada de ella hasta las trancas nada en secreto, y David, un chaval chino que pasaba por allí y se enamora de Katchoo, la cuál, lesbianérrima hasta entonces, no sabe muy bien qué pensar de sus sentimientos hacia él. A partir de ahí, y con su propia nube de secundarios, se desarrolla un argumento mitad drama mitad humor absurdo que camina en paralelo a una historia de "conspirasiones" que a veces lo complementa y otra le sienta como a un Cristo dos pistolas. En fin.

Strangers in paradise le debe mucho, intuyo que de manera muy consciente por parte de Terry Moore, a Locas, otro "slice", pero este aderezado de ciencia-ficción desbocada, y no de "cospirasiones", obra de Jaime Hernández, que es como diez años anterior y aún colea. De hecho, Francine y Katchoo son versiones noventeras -y suavizadas- de Maggie Chascarrillo y Hopey Glass, las heroínas punk del blanco y negro nacidas en la revista Love&Rockets, título que supongo que deja las cosas claras. Debo decir que las comparaciones son odiosas. Sobre todo porque Locas, con todo su delirio punketa de hace treinta años y sus tics y su surrealismo sin complejos, se come con patatas a Sip a todos los niveles, tanto en el dibujo -y en la narrativa ni te cuento- como en el argumento, tanto en el "slice" como en el "no slice". También bebe de Peanuts, y en el dibujo, de Archie. Pero esos me resultan más indiferentes.


Porque lleguemos al meollo del asunto. A qué tengo yo contra Strangers in paradise, cómic del que debo decir que me he calzado los más de cien números de los que consta en la lengua de Shakespeare, cosa que no hago a menos que me interese lo que estoy leyendo, así que en general, he de decir que me ha gustado. Claro que también me gustan las películas de Bud Spencer y Terence Hills y no voy a pretender que sean HARTE, ¿verdad? Y me encanta ver fútbol, -sobre todo rajar de- pero soy consciente de que la mayoría de los futbolistas son un montón de niñatos -muchos tienen mi edad, ergo- millonarios encocados y puteros. Porque una cosa es comer chocolate y otra pretender que no se vaya a las cartucheras, y a quién a buen árbol se arrima ajos come, ¿fale?

Entonces, ¿qué tengo en contra de Strangers in paradise? Hagamos una lista, de esas que molan:

1) "Slice of cospirasiónnnn!!!". No es que yo sea un entusiasta del género, pero el segundo volúmen y buena parte del tercero se dedican a "la cospirasión", que en ocasiones hace avanzar las relaciones entre los personajes, pero en otras las desvirtúa completamente, en plan "Leia es tu hermana", y que provoca un choque de tonos con las comeduras de tarro de los personajes que sólo se salva por las salpicaduras de humor absurdo que sabe administrar Terry Moore. Más o menos. Casi al final hay una revelación sobre Casey -una supuesta secundaria de esas sin las que no concibes la serie- completamente gratuita y que, o yo soy tonto o no se había sembrado para nada previamente, por lo que queda aún peor. Da para una escena buena con cierta moraleja que supone la definitiva redención, dentro de su capullez, de Freddie Femur, ex-capullete de Francine sin cuyas peleas con Katchoo tampoco soy capaz de imaginar Sip, pero coño, ¿no había otra manera que enmierdando a uno de los personajes aún medio ingenuos? ¿Francine había de ser la única "virgin princess"?


2) "Slice" 90210. Hace poco pude ver un capítulo de Gossip Girls. Como Sensación de vivir, Melrose Place o Orange County, tiene un problema gordo. Es una serie dedicada a, supuestamente, criticar el mundo irreal en el que viven los ricos, casi siempre usando a un "personaje persona normal" como punto de vista. Pero divide al resto en buenos y malos -los que aceptan al prota "aunque sea pobre" y los que no-. Y eso es un fallo. A partir de cierto número de ceros en la cuenta corriente dejas de ser buena persona y no puede protagonizar un "slice of life" porque no vives una vida, vives otra cosa de ciencia-ficción que no se sabe lo que es. En Locas, Maggie, Hopey o Ray tienen que trabajar para vivir, a veces los despiden o desahucian -Maggie acaba teniendo que volver a vivir a casa de su tía cuando se queda sin dinero- y las suelen pasar bastante putas, hasta el punto de que Hopey vive un tiempo en la calle. Y sus trabajos ya adultas no son precisamente glamourosos.


En Strangers in paradise... eh, ¿de qué cojones trabaja Francine, que es a la única que vemos acudir a una entrevista? No, en serio, ¿qué es lo que hace, si aquello es una oficina genérica llena de encorbatados? Freddie y Brad, dos personajes, sobre todo Brad, más bien secundarios, son los únicos con empleos reconocibles: abogado y médico. Toma ya. Katchoo se convierte en estrella del HARTE con sólo dos exposiciones o así, y gana rápidamente lo bastante como para montar su propia academia y... vivir del cuento, vaya. Y David... mejor no hablemos de David. Vale que con lo que se identifica el lector, ejem, blanco primermundista de profesión liberal es con la interacción emotiva de los personajes pero, en fin.


Vale. Katchoo, como Hopey, también vivió en la calle. O algo así, que tampoco lo llegamos a ver ni en flashback. En fin, que hasta para ser put... digo, call girl, lo fue de lujo. En Sip no hay pobres. Como en la mayoría de muy realistas "slice of life" o en los relatos de divorciados de Lorrie Moore (¡serendipia!) y Raymond Carver. Qué alguien me los compare con Zola. Venga, hacedlo. Venga.

3) "Traumauras". Todos los personajes tienen alguna especie de trauma infantil. Bueno, todo el mundo los tiene, vale. Los de Francine son hasta vulgares desde el punto de vista de la historia, cuando en los flashbacks al instituto la vemos agobiada porque, bueno, se quedo en pelotas en el escenario durante la representación de una obra escolar, y de repente aparece Katchoo bajo su ventana con un problema de verdad y tal. Pero coño, es que aunque todos acaben arreglando más o menos sus vidas con mucho amor, comprensión y polvetes ocasionales, algunas cosas tienen tela: si tu padrastro te viola, acabarás metida a puta... si tu padre se marchó de casa, acabarás convertida en una insegura patológica que se deja mangonear por los tíos... si tuviste anorexia y se metían contigo en el instituto, serás otra insegura que se operará hasta las pestañas...


Vale, soy un cabrón exagerado, pero no me he inventado nada, sólo David es equilibrado y porque es un cristiano "born again" -aunque bastante liberal, por eso de las lesbianas y los tríos-. Pero las conclusiones sobre las consecuencias de los divorcios y maltratos en la niñez, etc., se están convirtiendo en una especie de discurso de fondo en la ficción -y la ficción es la forma en la que asimilamos el mundo- muy a lo "hazteoir.org", en la que la única manera de ser feliz es haber tenido o acabar teniendo una familia de papá-mamá-niño-niña. El final de Sip es eso con lesbianas, aunque por el camino se dejen algunos tríos y se abogue por la libertad sexual y eso (una de las formas de ocultación del "profachismo", por cierto). El "hype progre" que tenía con esta serie era muy grande, así que quizás por eso me han chirriado.


Está claro que no llega al abyecto nivel de "cuelo un mensaje retrógrado bajo un maquillaje provocador" visto en, yo que sé, Californication, por ejemplo. Sip se cree sus propias arengas sobre el amor y la amistad, que están muy bien. Y aún así, aún así...

4) Me cago en las tensiones sexuales no resueltas. Si Francine y Katchoo se enrollan en el primer número, entonces no hay serie, de acuerdo. Y las relaciones entre las personas normales son, casi siempre, repetitivas y cíclicas, metiéndose en los mismos callejones sin salida y toda la pesca. Por eso funciona Sip y su triángulo Francine-Katchoo-David, por reflejarlo. Y julandroneces como Lost in traslation lo clavan por eliminar el sexo de raíz. Sin embargo, no hay manera de que dejen de ponerme de los nervios. El mismo guión de Sip admite que es ridículo que Francine y Katchoo no consumen, por muchas dudas que tenga la primera.


5) Perdón por ser hetero. Sólo hay un hombre heterosexual reflejado de manera inequívocamente positiva en todo el cómic: David, el "born again" de veleidades "zen new age". Todos los demás -Freddie, Brad y otros ex de Francine-, son unos capulletes. Freddie consigue redimirse dentro de su propia capullez. De hecho, el tipo es de una capullez tan ingenua y natural que consigue caerte bien -al menos a mí- de lo honesto que resulta, no como todo el resto de hipócritas pellizcacristales, incluídas las lesbianas.


Lo de Brad, marido rebote de Francine (SPOILER GORDOS), es de traca. Es decir, habría sido muchísimo más honesto que ella lo dejase, en plan Las Horas, al llegar a la conclusión de que aunque la quiere y es buena persona, ella no le corresponde y nunca serán felices. No por un muy vulgar asunto de cuernos en el que Brad se defiende muy capullamente. Francine debería haber abandonado la relación "normalizada", embarazo truncado incluído, por no ajustarse a lo que ella sentía o necesitaba, no, simplemente, porque no funcionase como se supone que debía. ¿Si hubiese tenido el crío o Brad fuese el marido perfecto habrían envejecidos juntos? ¡Katchoo y "lesbianizarse" son su plan B! (Sí, sí, la explicación del cómic es más compleja. Ve a comprarte el último número de Cahiers du cinema o Zero y déjame en paz, coño).


Terry Moore, el autor, que yo sepa, es heterosexual. Entonces, tengo dos preguntas. ¿Por qué cuando un autor hombre heterosexual quiere hablar sobre "la homosexualidad" o usar personajes homosexuales -y recordemos que en EEUU el tema no se puede tratar con tanta normalidad como en España, y que aquí todavía algunas gilipolleces hay que aguantar- en el 90% de las ocasiones usará mujeres, salvándose honrosas excepciones como Brokeback Mountain? Y segundo y no menos importante, ¿por qué los autores hombres heterosexuales sienten la necesidad de retratar a sus congéneres cómo a un montón de capullos inmaduros? En serio, que poco antes de calzarme el final de Sip leí el cómic franchute Pequeños eclipses, una especie de "slice" sin ese nombre (luego vuelvo con eso) ¿no hay mujeres que pongan los cuernos? ¿En una ruptura la culpa siempre es del tío?

(Otro "hetero positivo" es el detective Walsh y su bigotazo sin complejos, pero es que no le dejan participar en los complicados "polígonos amorosos" de la trama, al pobre, con la gran pareja que habría hecho con Tambi).

6) Si lo escribe un francés no lo lee ni su padre. Igual que le pasaría a Lanfeust si lo dibujase Jim Lee, probablemente. El "slice" como género es un invento gringo, porque en Europa esas cosas de contar la vida de la gente normal se ha hecho siempre. Esto no es en plan "que guays somos los europeos y que lerdos los yanquis", es una constatación, en EEUU a partir de los 50 se entiende que cómic es equivalente a superhéroes y que todo lo que no sea eso es "hindependiente" -aunque lo publique una filial de la Warner- o "junderground". De hecho, así era en los 70 y primeros 80, luegon son las mismas editoriales de los superhéroes colándonosla doblada poniéndole esas etiquetas a lo que publican. Así que cuando se marcan alguna obra maestra o algo parecido, lo venden a bombo y platillo y todo el mundo se hace pis encima encumbrándolo a los altares. Aunque no te dé nada que no podrías encontrar en casita, y más barato. Como con el cine o el fútbol, vaya. Ojo, igual o más estúpido es ir calificando cosas sin leerlas porque son "cultura basura yanqui".


Aighs. Si has llegado hasta aquí, te pongo en mi testamento, pero no te emociones, heredarías la hipoteca de mis padres y un par de tintines, a lo sumo.

Debo repetir que Strangers in paradise me ha gustado. Me he reído -hasta con la parodia de Xena-, se me ha cogido un pellizquito en el estómago cuando tocaba y me he pasado números y números acabando por odiar a Francine. Y sé que los personajes tienen reacciones muy humanas y reales. Reacciones muy humanas y reales de clase media-alta blanca norteamericana, eso sí -ya sé que David es oriental, hace cosas zen-.

Sólo he escrito todo esto para demostrarme a mí mismo que no asumo acríticamente cualquier cosa que "me guste". Y porque, por si no os habéis dado cuenta, disfruto escribiendo estas cosas. Y leyendo comentarios. Ay.

martes, 7 de julio de 2009

Soy tan progre que soy facha


Es la enfermedad del siglo XXI. O de siempre, probablemente. Se trata de esa clase de seres que escriben sus columnas de Hopinión en El Mundo o El País, además de los otros seres que los leen y sacuden la cabeza con energía, como en plan, olé sus huevos por decir lo que hay que decir, coño ya. Son los Mario Vargas Llosa de la vida, esa clase de señores que van de que SON TAN PROGRES QUE SON FACHAS.

¿Qué cómo se sostiene semejante retruécano? Pues muy sencillo. Se trata de esa clase de personajes que afirman ser defensores de las más sagradas libertades y valores intrínsecos a la dignidad del ser humano, que sueltan eso "yo soy indenpendiente" sin descojonarse ni que se les caiga la cara de vergüenza. Cuidadín. No hablo de Federico Jiménez Losantos ni de César Vidal u otras maravillas del arte ecuestre. A estos señores "libeggales" no se los cree ni su propio público, que si sospechase mínimamente que son lo que a veces hacen como que les apetece aparentar, les daría la espalda. Fede y el Gordo Cabrón (así llamo yo de cariño a CV) son unos retrógrados de alta escuela, que si fuese por ellos nos devolvían a la Edad Media a la de ya, y pretender lo contrario es tontería. No, el "progre-tan-progre-que-es-facha" es otra cosa mucho más abyecta y peligrosa.

Me case con mi tía y la deje cuando se puso viejuna, eso es ser "Vida Loca", coño.

No, el "profacha" es ese ente abstracto que dice ser de izquierdas pero se comporta y opina como un falangista de manual, afirmando que esta actitud no es sólo perfectamente coherente con su supuesto ideario rojeras, sino que además es de auténtico progre y libertario, no como más de un "radikal" suelto que anda por ahí. De hecho, tenderán a intentar aleccionar al pobre "radikal", diciéndole que "es que hay cosas que no se pueden cambiar", useasé: "LA ECONOMÍA ES LA QUE ES" o "El Rey cumple un papel institucional necesario".

Aunque el "PROFACHA" más célebre del universo es Mario Vargas Llosa -al que muy acertadamente Gabriel García Márquez partió los piños hace un tiempo, harto de tanta tontería, imagino-, que como todos saben, es peruano, en España tenemos la mayor densidad de población de estos tipejos del universo.

Empecemos con un ejemplo fácil: Rosa Díez. Es que no hace falta ni explicarlo.

"¿Me parezco a la Sexo en Nueva York? ¿No? Jopeta".

Otro: José Bono. Si más de una perlita que ha soltado por esa bocaza no basta, recordemos que es consuegro de Rafael. Vale por casi todo el grupo parlamentario del PSOE.

Bono hambre!"

Más: Iñaki Gabilondo (o Gabigilondo, para los colegas). Hace poco ha dicho que en matería antiterrorista estaba equivocado y Aznar tenía razón, la única respuesta para el problema vasco (perdón, para la ETA), es la policía. Pero dejemos eso. Centrémonos en el rollo de la responsabilidad. La responsabilidad es una cosa que la derecha arenga contra la izquierda para que no haga cosas de izquierdas, porque ser de izquierdas es irresponsable., no sé si os habéis enterado ya. Repasen los editoriales que suelta al principio del telediario de Cuatro este individuo y luego me lo cuentan.

Iñaki haciendo gala de su siempre exquisita neutralidad periodística.

Los "Macho Men". El sobrenombre se lo robo a una profesora. Se trata del star system de la literatura española actual, esos que en sus columnas y páginas en dominicales rajan de lo mierdas que somos los jóvenes -como rajaron de ellos hace treinta años u más, por cierto- y de que Ejpaña ya no es lo que era y el mundo se acaba mañana. Los más destacados, a libro por año, Arturo Rambo-Reverte, Antonio Muñoz Molina y Javier Marías (cuyo segundo apellido es Franco, si te preguntabas por qué no lo usa).

"Me gusta el olor del napalm por la mañana. Eso, los veleros, los chalés y los restaurantes caros".

"Duermo con Elvira Lindo, si eso no es progresista no sé que lo será..."

"Como aparte de feo no sé tocar la guitarra, me hice el sensible a ver si así follaba..."

Laporta. Esto es peor todavía, el cáncer del alternativismo español: por ser catalán o vasco hindependentista uno no se vuelve automáticamente de izquierdas. Voy a repetirlo: por ser catalán o vasco hindependentista uno no se vuelve automáticamente de izquierdas. El nacionalismo es, por definición, de derechas. Y el Barça mueve los mismos millones que el Madrid. En serio, vamos a dejarnos de gilipolleces en ese sentido ya: todos los equipos de fútbol son igual de censurables políticamente.

"Estábamos en la UVI..."

Boris Izaguirre. Búsquense la entrevista en la que decía al Loco de la Colina que la derecha tiene cosas que la izquierda ha perdido, a saber, los buenos modales y el gusto por lo refinado. Boris era una auténtica maruja de tiempos de Franco y nosotros sin saberlo. Ya ni de los maricas puede fiarse uno.

Boris, épicamente glamouroso.

Les propongo un reto: busquen un PROFACHA y añádanlo en los comentarios, iremos aumentando la lista si pasan el corte (estaría bien discutir los propuestos de cara a una lista definitiva que pegar en la puerta de todos los bares de España). Tiene que ser público y notorio, vuestros padres no valen (aunque lo sean por definición).

"Por cobrar sueldo de futbolista y tener dos chalés no dejo de ser de izquierdas, jijiji..."